【Re: Zero -
If Oboreru】
-【 Re: Ahogando la vida en otro mundo
desde cero.】
Todos los derechos le pertenecen
a Tappei Nagatsuki, el autor original de Re: Zero Kara Hajimeru Isekai Seikatsu
, está es una traducción hecha por un fan para fans, sin fin de lucro alguno.
Traducido por: Amatsuhito Mikaboshi
Corrección
y detalles: ((Stalyn))
Fecha
de publicación: de Julio del 2019.
"――――
Con los ojos
entrecerrados, Halibel dio una mirada al cadáver de aquel hombre caído.
"Habilidad digna
de elogio."
El cadáver de ese
anciano carecía de rigidez en sus manos y pies, Además, su cabeza había caído
sobre una alfombra, que no había podido leer el ambiente. Aquel cadáver era
como cualquier otro cadáver, que había perdido su vida de forma natural, y era
por eso que podía llamarse un cadáver artísticamente hecho.(Nota:
"una alfombra que no podía leer el ambiente" es una metáfora refiriendo
a que el lugar del fallecimiento, no era acordé para la situación.)
Pero a fin de cuentas
el cadáver no era más que un cadáver, "verlo como si fuera algo asombroso",
no podría ser juzgado de esa manera, ya que después de todo no era un
pasatiempo en el cual él se entregará.
"Oh, Ouueh...
Eh."
Al ver como el cadáver
se desangraba, el tipo que se encontraba sentado en el trono mantuvo su boca
firmemente cerrada.
Ya había visto el
momento en que una persona se convertía en un cadáver, muchas veces, en
realidad. Pero, como tenía un temperamento sensible, no mostraba signos de
haberse acostumbrado a él realmente.
“Después de haberlo
ordenado, actuando de esa manera hacia el muerto, ¿Acaso eso no sería considerado,
en definitiva, como una ofensa? No lo digo porque quiera acostumbrarme a los cadáveres,
pero tal vez deberías al menos tratar de evitar crearlos, ¿No le parece?”
"Al igual que tú...
No estoy matando por diversión... Es sólo que… Ni siquiera pude verlo correctamente,
pero de todos modos tener que estar en una situación así, más aparte de eso..."
"Eso es estarte
engañando a usted mismo, ¿No le parece?".
Ante su jefe, que estaba
sosteniendo un pañuelo delante de su boca, luchando contra las náuseas, las
palabras de su colega no le hicieron ninguna gracia.
Por supuesto, el que
estaba al lado a su derecha era... Al lado de Cecilius. El hecho de que su
empleador no mostrara furia ante esto era la evidencia de que sabía que sus
acciones tenían las marcas del engaño.
Mientras mira al joven
cuyo rostro se había vuelto tan pálido como el de este cadáver, Cecilius, con la
frase "bueno, de todos modos", siguió hablando. Aunque su mirada
seguía situada en el cadáver, de ese pobre anciano ya caído.
“Esa contradicción
tuya me parece algo extraña” dijo, “una conversación que se veía tan tranquila se
termina con una orden repentina de "asesinato", eso me sorprendió un poco,
jefe. Espero que al menos sienta algo de remordimiento"
Mientras hablaba de tal
manera, Cecilius con una insatisfacción termino por hinchar sus mejillas. Pero claro,
ese no era un comportamiento muy apropiado para un hombre de veintitantos años,
aunque debido a la apariencia y mentalidad que ostenta, las cuales parecían
encajar bien juntas. Al final, terminaba por verse bien.
Cómo de costumbre, su
tipo de belleza única, era lo que le permitía que ocurriera esta conducta.
"Bueno, de todos
modos" como Cecilius había dicho ya, el chico en respuesta volteo su
mejilla.
“Acaso, ¿no te lo dije?
No quise que lo mataran. Como se lo dije, quería creer en él. Incluso no pude percibir
algún rastro de mentira en su rostro.
"Entonces, ¿por
qué?"
"A pesar de que
no parezca que estén mintiendo, a final de cuenta los mentirosos mentirán
después de todo.”
Al ver como Cecilius, el
cual lo miraba, mostraba una cara de sorpresa, el chico que se arrodilló en el
trono se terminó por morder el labio.
En esa vida
terriblemente corta, se podía ver una voluntad inquebrantable.
¿Qué es lo que había
sucedido en el pasado de este chico? Halibel y Cecilius no lo sabían.
Pero ambos creían que,
en el pasado de este chico, algo terrible debió haber ocurrido.
"Sonriendo, y
actuando de manera amistosa" Con unos dedos que una vez lo trataron con
amabilidad, y con los labios debieron haber escupido odio y malicia. De esa manera,
alguien debió haber sembrado la duda y el dolor en su corazón.
Un pasado como ese,
debió haberle enseñado a este chico.
“Primero corta los
brotes, luego quiebra las ramas". Así nunca seré engañado dos veces".(Nota: "cortar
los brotes, quebrar las ramas" Es un proverbio que significa deshacerse
del problema desde la raíz o desde sus orígenes.)
De forma apretada, el
chico se apoyó sobre su propio hombro, para luego incrustar sus uñas sobre su
cuello. Esas uñas que podían verse como estaban entrando despiadadamente, la
piel que se rasgaba, y la sangre que rezumaba era verdadera. Esto era, para él,
un ritual necesario para poder mantenerse, los subordinados que habían estado
con él hacía ya mucho tiempo sabían de esto, pero nadie podía detenerlo.
Como si de pronto estuviese
satisfecho con el dolor, el chico paró, para luego, levantarse lentamente del
trono.
“El cadáver, limpialo
y luego entiérralo. También envía a alguien a su tienda. Todo debe ser
confiscado, y si los siguen, no los traten mal. Pero si se niegan, entonces
purguen a la familia y quemen la tienda. Cuando terminen la toma, manden un saludo
al siguiente a cargo y sigan con el plan. Con esto, se decidirá si debo
destruirlos o no".
Con un tono calmado,
el chico verificó que los que estaban en la habitación pudieran oírlo.
Para cualquier persona,
y no solo eso, sino también para cualquiera miembro, esta era una orden audaz
de hacer.
Estas solicitudes, que
no se preocuparon por el proceso, sino que solo con el resultado, hicieron que
el grupo funcionara bien. Al centrarse en los logros del grupo, y no en el de una
persona, se podía lograr mantener la fortaleza perfecta de la organización.
Y si alguien que se arriesgó
produjo un fracaso, sería también de esta manera en cómo se reduciría el riesgo
de perderlo todo, ya que, con el poder de todos, se lleva a cabo un trabajo. Era
como el ambiente ideal de un trabajo.
── Como, por ejemplo,
familia, amante, riqueza, vida, y muchas otras cosas.
Aferrarse a la
seguridad de esas cosas como garantía, de eso se trataba el trabajo de este
chico.
El "Rey de la
Purga", como lo llamaban y lo temían, está fue la forma de luchar de este
chico tímido.
"Jefe, olvidaste
tu abrigo."
"Ah,
gracias."
De pie, detrás de ese
chico que se dirigía a la puerta, Halibel le puso suavemente un abrigo negro
sobre los hombros.
El cual solo cubría
ligeramente en los hombros, también añadió una palabra de recordatorio, pero.. Inmediatamente
después de eso, los bigotes de Halibel se adormecieron por la intención de
matar detectada. En esa intensidad, Halibel bajó los ojos.
La fuente de esa intención,
que no necesitaba porque verificar, se trataba del chico frente a su vista.
Que lo haya detectado,
probablemente fue porque él había estado tan solo detrás del chico.
"... Halibel-san,
no quiero matarte."
"Jajaja, entonces
simplemente no puedes matarme. En vez de eso, solo trata de usarme bien "
"Pero tener que
ser incapaz de controlar una herramienta, y destruirme con ella, ¿no sería ese el
peor de los casos?”
Murmurando para sí
mismo, reflexionando sobre los métodos para matar al ayudante que tenía delante
de si, el chico se puso el abrigo.
Esas palabras de queja
se esfumaron rápidamente, pero las palabras del chico no eran una broma.
Si fuera viable para él,
trataría de matar a Halibel.
Era simplemente que,
el esfuerzo necesario para matar, la necesaria preparación que para matar y los
problemas causados después del asesinato, eran simplemente lo que lo habían
inclinado a este chico a no matarlo, eso era todo.
"Jefe, jefe.
Estas ofrendas que trajo esa persona, ¿a dónde deberían ir?”
“Esos bienes
ofertados… sus contenidos, ¿qué eran?”
"Los contenidos
fueron... Ah, hay una piedra mágica. "¿De dónde fue que aprendieron los
gustos del jefe? Habían venido prestando mucha atención, en verdad ahora siento
aún más pena por ellos".
"Cortarle la
cabeza fue idea de Cecilius, así que..."
En la entrada de la
habitación, el chico que fue nombrado torció las mejillas. Y ante esa ventosa
actitud de Cecilius, él solo atinó a suspirar.
“Te pediré que envíes la
Piedra Magica a mi habitación. Con el resto, hagan de ellos como a todos
ustedes les guste".
“Sí, sí, en definitiva,
entendido. Ah, cierto, jefe.”
“¿Qué cosa?."
Ese jefe que estaba
haciendo sonidos infelices, debido a ese chico Cecilius.
“Esos círculos
oscuros, son bastante severos. ¿Quizás deberías dormir suavemente al lado de la
princesa por un tiempo?"
A las palabras de
Cecilius, la lengua del chico se soltó con unos sonidos cargados de molestia. Ante
eso Cecilius solo se rió, pero a su alrededor esos otros hombres se congelaron
con tensión en sus cuerpos. Era posible que, debido a esa molestia, se pudiera
ordenar que se lleve a cabo el asesinato de Cecilius.
Por supuesto, en esta
situación matar a Cecilius no sería suficiente. Incluso usando cada gramo de
poder disponible en este edificio, solo quizás en alguna manera se podría intentar
forzar un empate, claro si es que añadimos a Halibel también.
"--Voy a pensar
en ello."
Afortunadamente, el
muchacho no ordenó esto apresuradamente, en vez de eso solo se limitó a dar
palabras de rechazo.
Con eso, el alivio se
extendió por toda la habitación, y los hombres observaron la espalda de aquel
jefe que se marchaba. Esa agitación fue debido a la incapacidad de Cecilius para
leer el ambiente, esa fue recientemente una de las mayores preocupaciones de
Halibel.
"Al igual que
usted, tomar la responsabilidad por este tipo de grupo no es algo en lo que
tenga mucha confianza..."
Agitando el kiseru que
sostenia en su boca, de arriba hacia abajo, Halibel miró a la figura que se iba
de ese chico. (St: Un Kiseru es una pipa tradicional Japonesa.)
En primer lugar, era
porque Halibel se encargaba de los empleados de mayor rango, guardias y tareas
similares. Sin embargo, ya sea dentro o fuera de la mansión, las amenazas que podría
significar alguna amenaza fueron pocas.
Algunos fueron vencidos
tan solo por el miedo, y muchos otros simplemente desconocían de su existencia.
"――――
Con sumo cuidado,
Halibel vigilaba a ese chico que observaba y evaluaba todo con los ojos
entrecerrados.
En este edificio, no
solo la sala de recepción era la que estaba decorada con diversas obras de arte
y pinturas. Para poder mantener esta riqueza deslumbrante, todo su cuerpo
estaba siendo usado para protegerla.
Al mostrar la
autoridad de esta riqueza y al presumirla, se pudo evitar la creación de muchos
enemigos innecesarios, ese era el plan previsto.
"Ganar sin pelear",
había dicho el chico, pero en definitiva eso sonaba algo raro.(Nota: "
Ganar sin pelear" es una frase escrita en el libro "El arte de la
guerra de Sun Tzun" .)
Por supuesto, como era
de esperarse, la riqueza y el poder abrumador estaban sujetos a los celos y la
envidia de los demás. En última instancia, cualquier cosa que hagas provocará
que aparezcan enemigos. El método de este chico consistía, simplemente en
reducir el número de ellos.
Y cuando esa cantidad
se redujera, solo sería necesario tratar con el resto usando la fuerza bruta
más adelante.
"Halibel-san... por
favor vigila apropiadamente a Cecilius para así evitar que explote".
"Entendido,
déjamelo a mí, jefe. En cambio, creo que el jefe debería ir a ver a la
princesa".
"Bien."
El hecho de que hubiera
aceptado la sugerencia de Cecilius, tal vez le molestaba. Quizás era por eso que
el chico respondió con unas mejillas distendidas.
Aunque esos dos pares
de patas se adentraron hacia delante, en la parte más profunda de este edificio
llamado 『Pandemonium』 , llegaron a la puerta de la habitación, que estrictamente
estaba siendo protegida.
――― En esa puerta,
había tantas cerraduras que, si una persona la estuviera viendo por primera vez,
esta solo podría atinar a temblar, había tantas llaves y con ellas muchas
cerraduras, las cuales todas ellas yacían cerradas.
La cantidad de
cerraduras se acercó a cincuenta, mostrando claramente la importancia de lo que
había al otro lado de esta puerta, así como también la naturaleza meticulosa,
tenaz y obsesiva de la persona que la había diseñado.
Pero, sobre todo, lo
que hizo más obvia la obsesión del cuidador fue el hecho de que, las llaves
para que pudieran encajar en esos orificios y así abrir la puerta, ninguna de
ellas existía en este mundo.
Para ponerlo simple, está
puerta por cualquier método normal, nunca podría haberse abierto.
Entonces lo que se
necesita para abrirlo era...――
"---Puck."
“Me llamaron, y por
eso estoy aquí presente nanyanyanyan.”
Al recibir la llamada
del chico, con una voz extenuante y destellos de luz excesivos, un gatito de
pelo gris apareció súbitamente en el aire.
Visto desde afuera con
una actitud tonta y una apariencia linda, pero dentro de él yacia un poder
absoluto, ese era el Gran Espíritu... La existencia conocida como Puck, flotó y
aterrizó en el hombro del chico.
"Estás aquí otra
vez después de un largo tiempo, ¿Es Lia la razón por la que viniste?"
"La puerta,
ábrela".
"Mmh, qué fue
eso, ¿ese tono? Si arruinas el estado de ánimo del padre, puede que él no te
deje ver a su hija, si conoces los sentimientos de un padre que tiene una hija de
una edad tan madura, si pudieras entender que cosa más me haría... Hazme
feliz.."
"Puck."
El chico lo llamo, y así
sobre su hombro, Puck estaba dejando acariciar sus bigotes…
Al ver la cara de ese
chico marcada con esos círculos oscuros y profundos, Puck dijo algo así como
"Ara-ara", y así dejó escapar un suspiro.
“Lo soportaste bien
hasta que te dejaron temblando ansiosamente de nuevo, así que no se puede
evitar. Ese esfuerzo tuyo es encomiable, así que lo dejaré pasar solo por esta
vez".
Dicho esto, con aires
de satisfacción, Puck juntó sus cortos brazos y señaló hacia la puerta. Siendo
a través de esos orificios que carecían de llaves, por los cuales brotó una luz
tenue.
Con un sonido de "click".
Poco después, las
luces débiles se convirtieron en llaves hechas de hielo, y al entrar en la
puerta se escuchó una canción de apertura.
El método para abrir
una puerta que no se abría por ningún método convencional... El secreto era
crear una llave que no existía aún este mundo.
"Bueno, hurgando
en ese punto ciego, da la idea de que, si hay un ojo de cerradura, entonces uno
solo debe encontrar una llave que coincida con él, esa sería la forma de pensar
correctamente". Pero si alguien más intenta imitar esto, se convertiría en
un asunto difícil para ellos".
"Pero no solo es
eso, también hay un hechizo mágico allí, así que si alguien que no fuera yo
intentara algo similar, inmediatamente las noticias llegarían a ti y a mí, y
entonces para ese momento definitivamente ya estaría allí con Lia".
"Eso está
bien."
A las palabras de
Puck, Halibel llegó a comprender y estuvo de acuerdo en eso.
Sin siquiera prestar
atención a esa respuesta, el chico puso su mano en la puerta abierta y se
detuvo. A su espalda, con una cara fingiendo inocencia, estaba Halibel. Mirando
hacia la cara de aquel chico.
"Halibel-san,
puedes irte ahora".
"¿Es eso así?
Pero yo también debería saludar a la princesa a veces, ¿no crees que...?
"Puedes irte
ahora."
Esas palabras dichas
sin pensarlo mucho, expresaron un rotundo rechazo.
Halibel término por
aceptar que este era un rechazo definitivo. Esto no era algo que valiera la
pena morder y negarse a ceder, así que Halibel mordió su kiseru y retrocedió.
"Si algo sucede,
está bien llamarme".
"――――
Ese chico parado aún en
la puerta, estaba dándole una señal de advertencia con su mano. Halibel término
por darle la espalda.
Hasta que dobló la
esquina, y ya no se podía ver como la vista de ese chico le atravesaba la
espalda.
Siempre con tanta
vigilancia, más que lleno de precaución, tenía más miedo que cualquier otra
persona. Ese era su jefe.
"Ah, incluso si
lo digo así, usted definitivamente no me llamará en para ese momento".
Al murmurar con
indiferencia, Halibel arrojó humo de su pipa mientras miraba por encima.
El humo golpeó el
techo, y sin lugar a donde ir, se dispersó.
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