jueves, 28 de marzo de 2019

RE: ZERO ARCO 5 estrellas grabando la historia CAP 50

PDF(COLABORACIÓN DE RAM-DESU)

CORRECCIÓN Y DETALLES: STALYN

Todos los derechos pertenecen a Tappei Nagatsuki, el autor original de la serie Re: Zero. 
Esta no es una traducción profesional. Algunos errores, tanto gramaticales como lógicos, son inevitables. Además, tenga en cuenta que los traductores tienen una predisposición a las preferencias personales y que los nombres y la terminología pueden diferir en ocasiones de lo que se usó en el anime o se usa en el fandom en general.



Capítulo 50 Las cadenas del amor.


 
Cuando la supernova se desvaneció y la visión de Subaru volvió a la normalidad, el estado de la iglesia cambió por completo. De pie en la iglesia, ahora al aire libre, bañada por la brisa del atardecer, Subaru pisó el suelo y le apuntó con un dedo al hombre que tenía delante.

Subaru: ¡Efectivamente, este tipo es un jodido monstruo!

Reinhard: Aunque ya he dicho esto antes: eso es muy cruel. Incluso mi corazón se sentiría herido por tales palabras.

Subaru: ¿Es que acaso es el momento para quejarte de tus sentimientos? ¡Tus heridas físicas son obviamente el problema más grande aquí! ¿Es que acaso nunca eres consciente de la situación?

Ante el aparente abandono de Reinhard, Subaru no pudo evitar enterrar su rostro con frustración en sus manos, Reinhard le dio una sonrisa irónica, cuando la espada de hielo en su mano derecha se rompió y se disipó. Aunque solo se había balanceado una vez, el hecho de poder soportar el poder del Santo de la Espada indicaba que su durabilidad era digna de elogio.

La creadora de aquella espada, Emilia, estaba siendo sostenida por el brazo izquierdo de Reinhard.
En aquel instante, él liberó el cuello de Emilia de las manos de Regulus, manteniéndola a salvo. Dando como resultado, que Regulus fuese el único que sufriese aquel enorme bombardeo. Aparte de la conmoción inicial, todo parecía haber resultado a la perfección...

Subaru: Vaya que estuvimos cerca del fin, pasando a otro tema, ¿Estas bien?

184: ——

El objeto de su preocupación era la mujer a la que había salvado del peligro, tal como lo había hecho Reinhard, antes de que el caos se hubiera desatado. Aunque la mujer de cabello dorado era bastante hermosa, sus ojos vacíos y su rostro inexpresivo emitían un aire pesimista.

Efectivamente, el impacto de la situación la había afectado a ella, ese era el pensamiento de Subaru, y por ello trató de brindar alguna tranquilidad a la mujer cuando ella pudo sentarse.

Subaru: Disculpa si te sorprendimos, pero para aprovechar sus debilidades, realmente no teníamos otra opción. Si estás herida en algún lugar, puedes decírnoslo para así ayudarte.

184: ——

Aunque Subaru le hablo, ella aún no reaccionó.

Aunque esta situación era realmente preocupante, no podía preocuparse solo por ella. Dejando a la mujer, aún sentada, donde estaba, se dirigió hacia el altar... O, mejor dicho, donde había estado el altar. Este lugar, que se parecía mucho a lo que Subaru conocía como iglesia, había sido completamente profanado por Reinhard.

El frente del edificio, donde se había ubicado el altar y el pasillo que conducía a una habitación lateral, habían sido demolidos por la supernova. Todo lo que apenas había sobrevivido eran los bordes y la parte posterior del edificio. Afortunadamente, debido a la protección de la pared de hielo de Emilia, las mujeres no habían sido lastimadas.

Subaru corrió donde Emilia y Reinhard estaban parados cerca del altar desmoronado. Saliendo de los brazos de Reinhard, Emilia de inmediato soltó una tos dolorosa.

Subaru: Emilia-tan, ¿estás bien?

Emilia: - hk... ah, estoy bien. Es solo que... Me duele la garganta...

Subaru: ¿Cómo estás? ¿Ese insecto te lamió la cara o algo? Y este vestido de novia es espectacular... ¿te lo puso él? Maldita sea ese cabrón, no lo dejaré ir. Pero este vestido es realmente increíble. No importa lo que uses, siempre te verás linda, Emilia-tan.

Emilia: Subaru, cálmate, ah, estoy bien. No puedo entender lo que quieres decir.

Ante el frenéticamente preocupado Subaru, Emilia se alejó lentamente. Mirando su angustiada apariencia mientras él cuidadosamente averiguaba que ella estaba sana y salva, Emilia suspiró con una sonrisa.

Emilia: Sí, gracias por venir a salvarme. Sabía desde el principio que vendrías.

Subaru: También sabía que Emilia-tan creía en mí y esperaría el rescate. Pero si hubiera llegado a la boda un poco más tarde, quién sabe lo que podría haber...

Emilia: No importa. No me hubiera casado con él. Si me casara, tendría que ser con alguien que me guste.

Subaru: ¡Eso es genial! No sabes cómo me tranquiliza. Entonces, esa persona que te gusta...

Emilia: ¡Ah! Reinhard! Tu lesión, ¿cómo está?

Justo cuando Subaru se preparaba para un ataque ofensivo, Emilia vio a Reinhard y le gritó. 


Al ver el interés de Emilia en Reinhard, Subaru se detuvo y frunció el ceño. Sin embargo, el Reinhard que había salvado a Emilia, inesperadamente, había sufrido una lesión grave. La parte delantera de su ropa blanca había sido rasgada casi por completo y teñida completamente de rojo. Al presenciar esta escena explosiva, Emilia aspiró un aliento frío.

Subaru: ¡Mierda, que brutal! ¿Estás seguro de que esto está bien?

Emilia: Sí, ¡es una herida grave! ¡Déjame echar un vistazo, te curaré!

Reinhard: Gracias. Pero no te preocupes por eso. La herida ha comenzado a sanar.

En respuesta a la inquietante y nerviosa pareja, con una sonrisa, Reinhard se limpió la sangre con sus propias mangas blancas. Y en su pecho, los rastros de la herida estaban desapareciendo. La herida había desaparecido por completo, dejando solo la piel prístina de Reinhard.

Subaru: Tus heridas, desaparecieron ... Oye, ¿qué pasó justo ahora? Aún sigo sin creérmelo. ¿O es que acaso ya tenías todo planeado?

Reinhard: Y por 'justo ahora', te refieres a...

Subaru: Deja de hacerte el tonto, ¿No puedes ponerte serio en este momento?... Justo ahora con la situación de los rehenes de Regulus, no sabía cómo planeabas lidiar con esto, así que solo observé en silencio. Pero, ¿cómo sobreviviste? ¡Ah, solo dime ya!

Reinhard: Pongámoslo de esta manera, que miraras en silencio fue una gran ayuda. Gracias por tener cuidado de no precipitarte.

Incluso ante la impaciencia de Subaru, Reinhard respondió en un tono uniforme. Pensando que solo estaba tratando de mantener una atmósfera más ligera, Subaru suspiró.

Subaru: Pensé que, ya que eres tú, debías de tener algún truco bajo la manga. Pero al verte caer en esa lluvia de sangre me hizo pensar que realmente estabas muerto, fue bastante aterrador...

Reinhard: Aun así, reaccionaste a tiempo. Estoy muy feliz de que tuvieras tanta fe en mí.

Subaru: ¿Creíste que no captaría el mensaje cuando diste ese discurso dramático sobre las deficiencias y todo eso?

Subaru golpeó ligeramente los hombros de Reinhard, respondiendo a esa desfachatez suya con palabras ásperas. Escuchando su conversación, los ojos de Emilia se abrieron con sorpresa.

Emilia: Solo con esas palabras, ¿lograron coordinarse?

Subaru: Emilia-tan, ¿acaso no sucedió lo mismo cuando pasaste la espada de hielo a Reinhard mientras estabas inmovilizada?

Reinhard: Eso fue realmente una gran ayuda. No tener un arma en la mano y tener que golpear su cuerpo directamente era una idea incómoda, por alguna razón. Pero me alegro de que haya funcionado.

Subaru: Sí, terminó con la mitad del edificio  colapsando. Por favor, asuma la responsabilidad de ello. Aunque, esto también puede contar como un monumento a la supervivencia.

Habiendo tenido numerosos encuentros con Elsa en el pasado, Subaru no podía ser demasiado optimista. Ahora, mientras hablaba de esta manera, seguía en alarma hacia Regulus.

Subaru: Entonces, Reinhard, ¿la respuesta correcta al misterio de esa escena es...? ¿Usaste un avatar? Tal vez algún tipo de técnica de clonación. Por favor, no me digas que además de ser un caballero, también eres un ninja.

Reinhard: Aunque no sé qué es un ninja, estoy seguro de que no es un gran misterio. Esta [Protección divina del Fénix] es solo una bendición que puede usarse para revivir a los muertos. Entonces, tu observación de que parecía que estaba muerto era correcta, estaba un poco muerto.

Subaru: ¡Solo un poco muerto, mi culo! ¿Te esfuerzas en ser molesto, o solo eres solo un idiota?
Al encontrarse con una respuesta tan inesperada envió a Subaru a otro frenesí. Morir bajo la [Protección divina del Fénix] o lo que sea, ¿no fue simplemente una burla a la muerte? Esas eran palabras que Subaru podía entender, o, mejor dicho, tal vez era mejor decir que solo Subaru podía entenderlas.

Subaru: ¿Qué estás haciendo, robándome mi posición y todo eso?

Reinhard: -Lo siento. Pero en ese momento, sentí que era la forma más efectiva de tratar con el arzobispo. Y, de hecho, funcionó bastante bien. Ah, pero, si es posible, preferiría evitar morir de nuevo.

Emilia: Muriendo para salvarme solo a mí, no puedo evitar sentirme culpable...

Subaru: - kuu

Emilia: ¿Subaru? ¿Qué pasa con esa expresión?

Sorprendido por la emoción impresa en su respuesta, la carga psicológica de esas palabras eran algo hirientes. Además, parecía que este diálogo no podría continuar por ahora.

Reinhard: —Subaru.

Subaru: entendido.

Estrechando sus ojos azules, Reinhard llamó a Subaru.

Subaru levantó la cabeza ante la llamada, y Emilia miró hacia donde estaba Reinhard.

—El depredador, emitiendo un aura ominosa, llenó su línea de visión.

Se paró sobre los restos colapsados ​​de la iglesia, mirando a los otros tres. Pelo blanco, ropa blanca, y una expresión en blanco; Este depredador, hecho de blanco, resopló y habló.

Regulus: dejándome  fuera, y solo bromeando y riendo en un lugar como este. Hablando de eso, ¿cómo puedes soportar mantener un aire de normalidad, no es eso demasiado inhumano? A menos que, ¿sientes que acabas de pisar una hormiga o algo así? ¿Me estas comparando con un miserable insecto? Bueno, ¿Qué debería hacer?

Mientras avivaba las llamas de su exagerada indignación, Regulus saltó de los restos en llamas a los restos de la iglesia. Cuando aterrizó, se arregló el abrigo de su traje blanco, se cepilló las mangas de la camisa y reajustó las piernas de sus pantalones a juego, antes de volver su mirada hacia ellos. Su cuerpo no había cambiado desde que recibió el golpe de Reinhard.

Ya sea lesión o suciedad, no mostró ninguna de las dos, siquiera un leve rastro de anormalidad.
Reinhard: Ya veo, como escuché de Subaru, realmente eres un oponente temible.

Emilia: Justo ahora, acerca del arzobispo del pecado que mencionaste Subaru... ¿acaso es él?

Respecto a él, Reinhard y Emilia ofrecieron sus propios comentarios. Al oír esto, Regulus dirigió una mirada rencorosa a Emilia.

Regulus: Ah, eso es correcto. Soy el arzobispo de la codicia, el Culto de la Bruja, Regulus Corneas... Hablando de eso, sin conocer siquiera la identidad de la otra parte, intentaste asistir a una ceremonia de bodas. Este es un problema que precede a no tener conciencia de ser una esposa. ¡Imprudente, inmoral, inicuo! ¡Realmente, tu deficiencia como mujer no conoce límites!

Emilia: Todo eso es injusto, no me dijiste nada en absoluto. El llamarme impura e inmoral también es injusto. Además, eres un arzobispo del pecado del culto de la bruja... Culto de la bruja, culto de la bruja...

Enfrentada con las maldiciones rencorosas de Regulus, Emilia estaba a punto de refutar sus puntos antes de que de repente se hundiera en el silencio. Con las manos en la cabeza, las cejas de Emilia se alzaron como si estuviera pensando mucho.

Emilia: La secta de brujas, arzobispo del pecado... tú, ¿alguna nos hemos visto antes?

Regulus: ¿Hah? ¿Cómo puedo saberlo? Aunque  ahora mismo si dijeras que nuestra reunión fue el destino, eso sería una farsa ridícula. ¡Qué cara de tan rara dulzura, pero en espíritu eres tan degenerada, cuán infinitamente exasperante... uwa !

Subaru: ¿Qué diablos estás diciendo, bastardo?

Apuntando a Regulus en medio de su interminable discurso, Subaru agitó su látigo. Tras recibir el impacto, la cara de Regulus se giró hacia un lado, y él gruñó con furia. Como era de esperar, su rostro no mostraba rastros del golpe.

Subaru: En este punto, si no podemos resolver el misterio de su [Invencibilidad], no podremos asegurar nuestra victoria...

Reinhard: Ya sea a corta distancia o desde lejos, cada ataque es negado. Tiene que haber algún tipo de truco para derrotarlo... Subaru, cuídate, ¿de acuerdo?

Subaru: ¿¡Por qué suena como si me estuvieras diciendo algo despectivo...!?

Reinhard le dió unas breves palmadas en el hombro al confundido Subaru, luego desapareció. En el siguiente momento, Reinhard se estrelló directamente contra el cuerpo del depredador, enviándolo hacia atrás.

Regulus: ¿Eh, aaaah!?

Con un grito, Regulus, que no había tenido tiempo de prepararse, voló hacia atrás y se estrelló contra una montaña de escombros, lo que provocó que colapsara y se desintegrara.

Reinhard: Su oponente seré yo. Esperemos que puedas resolver el misterio de su [invencibilidad] tan pronto como puedas. Te conseguiré todo el tiempo que necesites.

Subaru: Correcto, conseguir tiempo es bueno... pero ¿no sería mejor derrotarlo de un solo golpe?

Reinhard: Si pudiera, ya lo habría hecho. Lleva a estas mujeres a un lugar seguro. Si permanecen aquí, serán afectadas por la batalla.

Emilia: Espera, Reinhard. Aunque probablemente no sea demasiado efectivo, usa esto.

Deteniendo a Reinhard antes que soltara a la batalla, estaba Emilia, sosteniendo una espada de hielo recién formada con magia.

Emilia: Yo he estado concentrando hielo suuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuper duro para hacer esto; que debería ser un poco más duradera que la anterior.

Reinhard: Mi agradecimiento es infinito.

Aceptando aquella espada, Reinhard le ofreció a cambio su gratitud ceremoniosa. Luego se dio la vuelta y saltó de las ruinas de la iglesia hacia Regulus. En un solo paso, desapareció del campo de visión de Subaru, cruzando una distancia imposible. Inmediatamente después de su desaparición, una onda de choque golpeó la piel de Subaru. Mientras se bañaba en este sentimiento, se volvió para mirar a Emilia.

Subaru: ¡Emilia-tan! Para evitar quedar atrapados en la batalla de Reinhard, por el momento, ayudemos a que estas mujeres  estén en un lugar seguro. Todas tienen que irse... hablando de eso, ¿están todas casadas ​​con Regulus?

Tanto ahora como antes, la uniformidad de las mujeres atrapadas en la pared de hielo se sentía antinatural. Siendo las esposas de Regulus las convertía en todas en miembros del Culto de la Bruja. De un vistazo, había más o menos cincuenta de ellas. Si atacaran como uno solo, ¿cómo podría Subaru manejarlas sin la ayuda de Beatrice? ahora había empezado a preocuparse.

Sin embargo, Emilia negó con la cabeza, acabando con este malestar.

Emilia: Está bien, Aunque son sus esposas, la mayoría de ellas probablemente solo estén aquí por la fuerza y ​​la coacción. Así que no te preocupes.

Subaru: Cierto, sí. Si fueran una amenaza, Reinhard no las habría pasado por alto... Gah, ¡cuidado! ¡Justo ahora, misiles voladores han empezado a atacarnos! ¡Que peligroso!

Fuera de la iglesia, Reinhard y Regulus estaban participando en una batalla que se extendía mucho más allá de los límites de la humanidad. Los restos y los fragmentos de piedra, arrastrados por diversos impactos, volaron como misiles. Si alguien fuera golpeado por alguno de ellos, no había ninguna garantía de que permaneciera vivo.

Aunque Reinhard tenía una ventaja absoluta cuando se trataba de ofensiva, siempre que la naturaleza del poder de Regulus siguiera siendo un misterio, esa ventaja se desvanecería poco a poco. Subaru tenía que idear una contramedida antes de que el depredador pudiera abrumarlo.

Emilia: Oye, ¿estás bien? ¿tienes alguna herida?

Durante su momento de reflexión, Emilia había comenzado a sacudir a la mujer rubia por los hombros. Esa era la misma mujer que Subaru acababa de rescatar usando su látigo. Basado en su posición frente al altar, su estado parecía único. Sin embargo, su expresión era tan inexpresiva, que no tenía ni el más mínimo rastro de irritación.

Mirando a Emilia, la mujer negó con la cabeza lentamente.

184: Yo... tenemos que quedarnos aquí. Si quieres escapar, cuídate.

Emilia: Quedarte, ¿por qué? ¿te lesionaste los pies? Entonces te curaré enseguida. Solo esta pared de hielo no es suficiente para mantenerte segura. ¡Date prisa, tenemos que irnos!

184: Por favor, permítame rechazar. Solo tú puedes dejar este lugar.

Emilia: ¿Por qué? ¡Quedarse aquí te involucrará en la lucha! Regulus, independientemente de tu presencia, atacará todo lo que quiera. Por favor, date prisa y ven con nosotros...

184: —Maestro-sama nos dio instrucciones antes de irse.

La persuasión de Emilia fue interrumpida por la voz fría de la mujer, transmitiendo sus sentimientos, igualmente carentes de calor. Su mirada fría y helada se encontró con los propios ojos amatistas de Emilia.

184: No escuchar a Husband-sama lo hará enojar. Si eso sucede, solo hay un resultado posible.
Emilia: Eso es... No...

Subaru compartió la reacción sin palabras de Emilia. Llamar a esto determinación estaría mal, porque ella no tenía una identidad propia. Llamarla inquebrantable  estaría mal, porque ella no tenía resolución. Su discurso y actitud hablaban de una gran desesperación que durante mucho tiempo se había vuelto inexorable.

Ella o, mejor dicho, ellas se habían rendido hace mucho tiempo. Esos corazones, destrozados por Regulus, ya no podían considerar otra cosa que él. Esta fue una brutalidad maldita impresa en sus almas que ya no requería palabras o acciones.

Subaru: El oponente de Regulus es el [Espada Santa] Reinhard. Sé que estás aterrada por él, pero Reinhard no tendrá ningún problema en matarlo. Entonces, no te quedes aquí. No hay necesidad de poner en peligro sus vidas.

184: No importa quién es el oponente. ¿[Espada santa]? Por favor, no bromees. ¿Cómo podría alguien igualar a Husband-sama... A Regulus Corneas?

La mujer desestimó las garantías de Subaru con nada más que desprecio. Esa fue su primera vez, mostrando cualquier tipo de emoción genuina. El desprecio de un adulto, que menosprecia la tonta ignorancia de un niño.

—Solo entonces, Subaru entendió la verdadera naturaleza de esta relación distorsionada.

Las esposas de Regulus Corneas tenían fe absoluta en su marido. Incluso el conocimiento de que su oponente era la [Espada Santa] Reinhard, no hizo nada para aflojar el grillete de la maldición que nadie podía deshacer. El poder incomparable y abrumador que Regulus poseía un dominio completo sobre los corazones de sus esposas.

La esposa confía en su marido, y el marido mantiene un firme control sobre el corazón de su esposa. En cierto sentido, era el estado ideal de una relación. Pero esa superficie serena dio paso a distorsiones internas.

Subaru: Maldición…

Subaru llegó a la dolorosa comprensión de que las meras palabras no las conmoverían. Las mujeres ante él lo creyeron unánimemente; La falta de disidencia y el silencio mortal solo sirvieron para demostrarlo. Forzarlas a irse no requeriría nada menos que derribarlas y moverlas una por una; pero no querían llegar a tomar acciones tan drásticas.

Subaru: —¡Reinhard! ¡Cambio de planes! ¡Haz lo que mencioné antes!

Disipando la idea de persuadir a las mujeres, Subaru se subió a la iglesia derrumbada y llamó a Reinhard, quien actualmente estaba desafiando la ley de la gravedad mientras cruzaba el costado de un edificio. Él movió sus ojos hacia un lado.

Reinhard: ¿Acaso aceleraremos la batalla? Oye, Subaru, ¿ya has asegurado la seguridad de las mujeres?

Subaru: -!? ¿¡Qué demonios!? ¿De dónde viene este sonido?

Reinhard: Esta es la [Protección divina de la telepatía], que puede difundir mi voz a aquellos que están dentro de cierto rango. 

Subaru: ¿¡Podrías dejar de ser tan sobrehumano!?

Incluso para el límite no combatiente de Subaru, los movimientos de Reinhard estaban claramente más allá del alcance de la comprensión humana. Corriendo y pateando desde una pared, Reinhard voló en el aire y giró rápidamente.

Un instante antes de que aterrizara, permitió que su ropa se extendiera, disminuyendo su impulso, y balanceó sus delgadas piernas para enviar una hoja de viento que impacto el suelo. Al dispersar tanto al polvo como el ladrillo, la ola golpeó directamente al depredador que esperaba al final: la figura de Regulus, incapaz de permanecer de pie, fue enviado volando de nuevo.

Subaru: Ese golpe asesino justo ahora, ¿qué fue?

Reinhard: Es un ataque lanzando piedras o arena. Aunque realmente no hay brecha de seguridad entre las partículas que se dispersan alrededor del usuario.

Subaru: Eso me hace querer esconderme como si fuese una lluvia. —¡Más importante, mueve el campo de batalla! ¡Esas mujeres no se moverán! Están tan aterrados de Regulus, ¡que no se atreven a hacerlo!

Reinhard: Ya veo, entendido. —Entonces, déjame intentarlo.

Bajando la voz, Reinhard saltó ligeramente hacia Regulus. Poniéndose de pie una vez más, Regulus, pisoteado en el suelo, arrojando trozos de madera y arena. Sin embargo, con movimientos sencillos, Reinhard evadió y desenfundó la espada de hielo de Emilia, atacando a Regulus y enviándolo a volar una vez más. Los gritos del depredador se superponían con el sonido nítido de la cuchilla de hielo.

Emilia: ¡Subaru! ¿Qué están planeando hacer?

Subaru: Alejar a ese bastardo de aquí... Vaya, Emilia-tan es muy atrevida.

Emilia: Este vestido es bonito, pero realmente incómodo...

De pie frente a Subaru estaba Emilia, quien se había quitado parte del vestido. Las partes restrictivas del vestido de novia blanco se habían desgarrado audazmente, revelando más de los muslos blancos de Emilia de lo que debería haber sido visible en una vista atractiva.

Emilia: ¡No importa! De todos modos, ¿qué harán tú y Reinhard?

Subaru: Un plan en el que pensamos antes de la batalla, ya que no sabemos cuál es el verdadero alcance del poder de Regulus. —Tendremos que probar las posibles debilidades una por una.

Emilia asintió mientras Subaru recuperaba la espada amada de Reinhard de la iglesia. Luego, él y Emilia corrieron directamente hacía el campo de batalla.


Regulus: ¡Gah! ¡maldito, deja de saltar hacia arriba y hacia abajo!

Maldiciendo en voz alta, Regulus agitó sus manos arriba y abajo. Su objetivo era Reinhard, que se movía rápidamente de un lado a otro, y su arma era la grava abundante que los rodeaba. Normalmente, los trozos de grava solo podrían servir para cegar a un oponente; la gente que lo usaba como un arma tenía un carácter indigno de elogio, pero si Regulus era el usuario, el poder de esta táctica despreciable seria temible.

Los edificios comenzaron a desmoronarse donde la grava entró en contacto con ellos, y el paisaje circundante cayó en ruinas.

Reinhard: - tch

Al ver la cataclísmica destrucción que se desarrollaba frente a él, Reinhard se lanzó a una dramática evasión. Bajó su cuerpo como si estuviera planeando caer en un arrastre y aceleró en movimiento. Contrariamente a su apariencia aparentemente antiestética, se estaba moviendo tan rápido que había superado más allá del alcance de la gente común.

Y así, Regulus, que no era diferente a una persona común, no tenía forma de igualar a Reinhard.

Regulus: Maldición... ¡Oye! ¿A dónde te escapaste, maldito bicho?

Ante el hecho de haber perdido a su objetivo, Regulus atacó indiscriminadamente desde todas las direcciones.

Regulus tenía piel de gallina, un signo de que acercarse a Reinhard sería terriblemente peligroso: era un instinto de supervivencia con el que todos nacieron, advirtiendo de los enemigos que se encontraban cerca.

En realidad, esto tiene poco que ver con la presencia de una clara amenaza. Cualquier criatura viviente era susceptible a este sentimiento. Regulus no era la excepción; el hormigueo de sus nervios, a lo largo de todo su cuerpo, lo alertó de que algo estaba mal.

—Sólo que esta increíble amenaza se acercaba desde todas las direcciones, un anillo opresivo de amenaza.

Regulus: ¡Jodido animal, ¿qué demonios estás...?!

Reinhard: No soy más que un caballero de la Candidata Real Felt-sama. Por favor también asegúrese de darle todo su apoyo.

Regulus: —— !?

Con una frase que puede o no haber sido una broma, una voz firme habló. El sorprendido Regulus tuvo un fuerte impacto en su cabeza, tal vez fue destrozado por el acero. El arma se había doblado completamente fuera de forma, y ​​un sonido chirriante indicaba que había sido resquebrajado. Humillado, Regulus miró al suelo mientras se mordía el labio.

Con un juego de pies ligero que impidió la facilidad de un contraataque, Reinhard asumió su postura. Las batallas ofensivas y defensivas del [Santo de la espada] y [Codicia] fueron claras para ambas partes en el enfrentamiento.

Ejerciendo el poder de combate convencional, la fuerza de Reinhard, que podría jugar incluso con el más letal de los arzobispos del pecado, no se puede decir que sea de este mundo. Pero, aun así.

Regulus: El que gane seré yo, ¿no lo entiendes? Aunque no tengo idea de cómo has seguido luchando con este poder violento que solo puede pensar en oprimir a otros; ¡Alguien como tú, cuya felicidad se basa en el sacrificio de los demás, será detenido aquí! Con este poder, ¿cuántas vidas de personas has pisoteado? Esa avaricia es realmente despreciable.

Reinhard: —Es realmente angustiante escucharlo. Es cierto que, por mi culpa, algunos han perdido de vista su felicidad. Sin lugar a dudas, la razón por la que hago lo que hago no es otra que la de la expiación.

Ante la ridícula retórica de Regulus, los ojos de Reinhard se estrecharon ligeramente. Al ver la respuesta del Santo de la Espada, Regulus contraataco.

Regulus: ¿Qué demonios estas diciendo? ¿Alguna clase de 'no necesitas decirlo porque ya lo sé'? “Soy consciente de mis propios pecados. Estoy consciente, así que estoy tratando de arreglar mis malas cualidades, ¡no tienes que decirlo!” Entonces, ¿es un intento de dejar que todo sea como agua que fluye debajo del puente? Solo las bromas pueden llegar tan lejos. Nadie tiene expectativas de lo que harás en el futuro. Todo lo que importa es lo que hiciste en el pasado. Una vez tus pies fueron plantados en el suelo, lo único que haces es pisar a los de abajo. Para una persona así, ya sea que ayudes a decenas de miles o cientos de millones de personas, no tiene sentido. Pecador, sólo muere. Tú, que solo puedes rogar a los demás, deja de fingir que ya eres una buena persona.

Reinhard: Hablando con usted, realmente tengo la sensación de que me muestran un espejo. Esta debe ser la razón por la que Subaru me dijo que evitara prestarle seriamente mi atención.

Regulus: Hablando de eso... ese tipo de allí, ¿ese es 'Subaru'? El hombre podrido que me arrebató a mi novia, ese odioso bastardo... Incluso si ella terminó siendo una puta sucia, su transgresión nunca puede ser perdonada. Para aquellos que intentan tomar lo que pertenece a los demás, el castigo debido es: ¿¡uwa!?

A mitad de su discurso, el mundo de Regulus de repente giró hacia abajo. En ese momento, Reinhard dejó caer su postura y agarró el tobillo izquierdo de Regulus, dándole vueltas. Un campo giratorio de destrucción violenta, la espalda de Regulus chocó contra una pared. Bajo ese impacto, una lluvia de polvo se dispersó cuando el cuerpo de Regulus, aun siendo movido hacia adelante y hacia atrás, se estrelló y colapsó un edificio.

Reinhard: Aunque sé que el contacto directo con usted se siente bastante peligroso, pero aun así trataré de resolver esto lo antes posible.

Regulus: ¿Qué, estás haciendo esto para poder llamarlo amigo? Qué maldito espectáculo de hipocresía... tu, ser degradado, naturalmente, no tienes amigos decentes. Con alguien conocido como violador, compartir su amistad es:

Reinhard: Tratar contigo realmente es insoportable, aún mas cuando insultas a mis amigos.

El viento se envolvió repentinamente alrededor de sus cuerpos, y la sensación de rápido ascenso siguió de cerca.

Si tuvieras que echar un vistazo, las figuras de los dos están suspendidas en medio del cielo nocturno, y justo al lado de ellas, brillan las figuras de la luna. En ese lugar, donde la luz de la luna estaba al alcance, Regulus chasqueo los labios.

Regulus: Entonces, solo buscas presumir tu poder. —Déjame  caer de tal altura para terminar esto, no puedes ser lo suficientemente ingenuo como para creerlo. ¿Me estás tomando por tonto?

Reinhard: De hecho, podría intentar golpearte y enterrarte en la tierra... pero esas no fueron mis instrucciones.

Regulus: ¿Qué quie...

En el aire, sin ningún punto de apoyo, Reinhard alternó entre desplazarse hacia arriba y hacia abajo al mover su cuerpo ligeramente. Regulus, aun siendo agarrado por su pie, fue sometido a una fuerza centrífuga y, aun siendo golpeado por Reinhard, sus ojos se agrandaron mientras miraba hacia abajo.

Regulus: De ninguna manera...

Reinhard: Lo que viene parece ser conocido como 'la primera ola'. —Espero no volver a verte después.

Era una frase sarcástica muy rara de Reinhard, pero Regulus no tenía margen de maniobra para prestarle atención. Reinhard, con todas sus fuerzas, lanzó a Regulus hacia abajo. Azotando el aire, la forma densa de Regulus aceleró en el canal directamente debajo de él con el impulso de una bala. —Regulus, bañado por el viento, solo podía ver cómo se acercaba a la superficie del canal.

Regulus: ¡La única amenaza es el agua...!

Girando de un lado a otro mientras navegaba hacia abajo, Regulus extendió las manos, con la intención de estrellarse  contra el agua. El poco preparado Reinhard, flotaba indefenso en el cielo, lo seguiría en un momento. Entonces, esa calma de su rostro podría romperse de un solo golpe. Y fue ahí mientras pensaba ello que…

Subaru: —Emilia, vamos!

Emilia: ¡Si, estoy lista!

Al escuchar las voces de ese odioso hombre y mujer, la luz persistente de la esquina de su ojo vislumbró de inmediato a esa pareja detestable. Un chico de pelo negro gesticulando con un dedo y una chica de cabello plateado que cantaba en voz baja. En el siguiente momento, cayendo desde arriba de Regulus, hubo carámbanos disparando hacia adelante a una velocidad que coincidía con su impulso.

Los carámbanos atraparon las extensiones de su ropa, acelerando su caída. Además, el último golpeó directamente en la espalda de Regulus, congelando su cuerpo sólido. Un total de cinco carámbanos ataron las extremidades de Regulus, utilizando su cuerpo como punto de congelación mientras caía en picado en el canal. Inmediatamente, una mano de hielo se extendió hacia adelante, centrándose en donde Regulus había caído trazando el flujo del agua. 

—El canal se había sellado en una tumba helada, sin una sola abertura.


Subaru: ―Operación [Splash], ¡Fue un éxito completo!

Reinhard: Espero que haya sido efectivo.

Junto a Subaru, que contemplaba el canál de agua congelada, aterrizó Reinhard, envuelto en la luz de la luna. Después de haber arrojado a Regulus desde el cielo, la trayectoria de esa caída debería haber significado que no podría evitar la caída al agua, pero, de hecho, que incluso una gota lo hubiese tocado habría sido un milagro. Que Reinhard pudiera moverse tan bien en el aire también era sorprendente.

Emilia: Sellando su rango de movimiento y tirándolo al agua para congelarlo después. No hay manera de que pueda salir a la superficie, él está...

Desde el otro lado de Reinhard, Emilia miró hacia el agua.

El que había trazado el plan de batalla había sido Subaru, y el que los había vuelto realidad había sido Reinhard. Sin embargo, Emilia había sido la que había empujado a Regulus a un estado de desesperación. Incluso si la otra parte había sido una asesina irrazonable, Emilia todavía tenía una expresión bastante tímida.

Si todo se desarrollaba sin problemas, pronto no sería más que un cadáver ahogado. Emilia sintió que se había sobrepasado; Este sentimiento no fue sin razón.

Subaru: ——

Respecto a esa Emilia, Subaru cruzó los brazos en consideración. Aunque se sentía bastante mal por ella, hacer que Regulus se ahogara era el mejor resultado de esto. Si eso no fuera posible, sería mejor dejarlo en un estado cercano a la muerte. Sin embargo, también debe esperarse la peor posibilidad. Por ejemplo-,

Subaru: ¡Reinhard!

Reinhard: —¡Tsk!

Justo en frente de sus ojos, la superficie del  hielo se agrietó, e inmediatamente después, un chorro de agua brotó hacia arriba. Al ver el chorro de agua, Reinhard agarró a Emilia y Subaru cuando el chorro de agua se dirigió hacia ellos. Sus brazos se envolvieron alrededor de sus cinturas, saltó hacía atrás en un salto, después de que estaban fuera del alcance del chorro de agua, Reinhard entrecerró los ojos.

Reinhard: Parece que esto aún no se ha resuelto.

Subaru: No puede ser. Es peor de lo que imagine, él realmente me da mala espina.

Reinhard y Subaru se habían fijado en algo diferente. Reinhard estaba observando a la figura de pie sobre un trozo de hielo a la deriva, mientras que Subaru estaba observando el resultado que había sido causado por el chorro de agua que esa figura había desatado caprichosamente.

Las gotas de agua volaron, cayendo cerca de donde estaban Subaru y los demás. El resultado no fue tan encantador como una lluvia que cae y simplemente humedece la tierra; cada parte del rocío se estrellaba completamente en la tierra, impactando a través del suelo como si mordiera con la fuerza de una bestia gigantesca.

Este poder destructivo no era inferior al de las piedras y la arena lanzadas por Regulus. Es decir, ya sea con sólido o líquido, el poder de ataque de Regulus se mantuvo constante.

Emilia: ... Su cuerpo, no está congelado en absoluto. Es igual que en la iglesia.

Murmurando esto, Emilia miró a Regulus, todavía posando sobre ese trozo de hielo a la deriva. Subaru le había confiado la tarea de congelar su cuerpo y extremidades usando magia. De acuerdo con las instrucciones de Subaru de "no mostrar piedad", el carámbano atravesó la mitad del cuerpo y las extremidades de Regulus, tal acto debería haberlo dejado más que medio muerto.

Sin embargo, cuando había caído al agua, la punta del carámbano no había penetrado en su cuerpo, por lo que Regulus estaba simplemente congelado en la superficie, tal como lo había estado en la iglesia. Para Regulus, ni la congelación ni la magia eran efectivas. Al igual que los proyectiles y golpes, también podría invalidar esos tipos de ataques.

Subaru: Aunque, cuando se encogió de hombros ante las llamas de [Ira], sospeché algo... lo fundamental de su invencibilidad, ¿es acaso una especialización unilateral que cancela ataques físicos o mágicos?

Reinhard: ¿Hay algo que pueda intentar confirmar con el combate?

Subaru: ¿Sobre eso, si nos acercáramos para intentar...?

Interrumpiendo la respuesta de Subaru a las palabras de Reinhard. Un vórtice apareció en la superficie congelada del agua, a una distancia de donde estaba la grieta. Poco a poco, su impulso aumentó, tirando del hielo a la deriva a Regulus. Y entonces-

Subaru: ¡Dragón de agua—!

Saltando del corazón de la vorágine, el dragón mostró sus colmillos a Regulus, que estaba de pie sobre el hielo. Usualmente ocupando los cursos de agua que rodean la ciudad, fue uno de los dragones de agua domesticados. El supuestamente dócil Dragón de Agua abrió sus fauces de par en par, apuntando a lanzarse a la delgada espalda de Regulus.

Tal vez, incluso ese Dragón de Agua había recibido un poco de la influencia de [Ira], una tragedia que nunca debería haber tenido lugar; sin embargo, sus mandíbulas no tuvieron la oportunidad de cerrarse.

Subaru: - hk

La garganta de Subaru se obstruyó involuntariamente ante el espantoso espectáculo que se desarrollaba ante él. ¿Qué sucedió en este momento, cómo podría incluso describirse?

—Las fauces del Dragón de Agua se sacudieron fuera de lugar justo en el momento en que se habían pegado a Regulus.

Como en un jugete de Daruma Otoshi (https://es.wikipedia.org/wiki/Daruma), la mandíbula inferior del Dragón de Agua fue dislocada. Manteniendo su impulso mientras volaba hacia Regulus, su mandíbula cambió de lugar. Una boca que debería haber arrastrado a Regulus al canal, sin embargo, al no poder corregir la dislocación, se dividió en dos con un gran estremecimiento.

Las mitades del dragón de agua dividido en dos divisiones vertieron sangre en el agua cuando estaban sumergidas. Después de un momento, una cantidad exagerada de sangre y vísceras que una vez había sido un dragón de agua flotó a la superficie; Esta había sido su muerte espantosa.

Reinhard: Emilia-sama. Si es posible, ¿podrías hacerme una lanza?

Emilia: ¿Eh?

Reinhard: Una lanza. Una lanza de hielo, por favor. Es necesario.

Ante la misma vista, Reinhard murmuró esto a la desconcertada Emilia. Volviendo en si, Emilia concentró apresuradamente su mana. Después de varios intentos fallidos, finalmente Emilia creó una lanza de hielo y se la entregó a Reinhard. Después de probar su equilibrio,

Reinhard: Perdone las molestias.

Agarrando la lanza de hielo, retiró la muñeca para apuntar a Regulus y dejó que el misil volara. La lanza voló muy rápido... Sin embargo, no fue la punta afilada la que se estrelló contra Regulus. Al girarse hacia un lado, su eje tuvo un impacto directo. Pero el hecho fue que cuando el astil de la lanza se estrelló contra Regulus, cayó directamente en el canal, dividido en dos.

Emilia: ¿Cuál es el significado de esto...?

Subaru: Ya veo... lo entiendo, Reinhard.

Al ver el estado de la lanza rota, Emilia inclinó la cabeza en confusión. Desde su lado, Subaru comprendió el significado detrás de por qué Reinhard había hecho esto, estremeciéndose por el resultado. Al escuchar que Subaru lo había entendido, Reinhard asintió y dijo:

Reinhard: Emilia-sama, ¿viste lo que le pasó a la lanza cuando lo golpeó?

Emilia: Se rompió, ¿verdad? Una lanza de hielo es diferente de una real, por lo que es natural que se haya roto en dos después de haberlo golpeado con tanta fuerza...

Reinhard: No del todo, la lanza no se rompió. Falta la parte que lo golpeó. La lanza se partió no en dos, sino en tres.

La explicación de Reinhard sirvió como respuesta a lo que le había ocurrido a la lanza y al Dragón de Agua.

Ninguno de los dos objetos, al entrar en contacto con Regulus, logró penetrar en su cuerpo. Si fuera una barrera ordinaria, la colisión hubiera causado que un proyectil rebotara o se rompiera por el impacto, pero ninguno de esos casos había sucedido. El cuerpo de Regulus literalmente rechazó cualquier cosa que chocara con él.

Regulus: - Qué expresiones tan ingenuas están usando. No saben absolutamente nada.

Justo cuando los tres llegaron a un consenso, la voz de Regulus de repente sonó desde el hielo. Esa voz tranquila lo hizo sonar como si solo estuviera susurrando para sí mismo. En el instante en que Subaru pensó eso, un golpe desagradable lo golpeó en la espalda.

Regulus: el malentendido, el malentendido, el malentendido, el malentendido... Todos ustedes, realmente, realmente, realmente  no entienden nada. No servirá de nada. No tienes ninguna oportunidad. No lograrás nada. No importa cuánto te esfuerces y luches, no tiene sentido. ¿Por qué no puedes ver eso? Aunque te lo diga, te lo muestre, te obligaré a ver... nunca lo entenderías.

Regulus se susurró a sí mismo mientras saltaba del hielo. Habiendo saltado solo un poco hacia adelante, su cuerpo se desplomó en el canal; Por un momento, su figura desapareció. Sin embargo, con una mano en el borde del canal, salió del agua y volvió a la calle. Luego, una vez más, cuadró su mirada hacia aquellos que lo observaban.

Reinhard: —su ​​cuerpo no está mojado en lo más mínimo. Su respiración permanece sin cambios. Naturalmente, los fragmentos de hielo no necesitan siquiera una mención, ni tiene una sola gota de sangre salpicada sobre él. Sus ropas están completamente limpias, e igualmente sin manchas por el agua.

Observando a Regulus, Reinhard dio un informe  rápido. Al escucharlo, Subaru asintió y trató de considerar todas sus preocupaciones incluso mientras reprimía su horror. Parecía que todo lo que había querido confirmar en combate había sido verificado. Sin embargo, no hubo rastro de buenas noticias; Este fue el peor pronóstico posible.

Reinhard: Subaru, mi espada.

Subaru: Oh, ah, cierto...

A petición de Reinhard, Subaru rápidamente le entregó la espada que había estado sosteniendo todo el tiempo. Mientras Reinhard probaba suavemente  el mango de su amada espada, Emilia miró desde un lado, preguntando tímidamente.

Emilia: ¿Se puede desenfundar la espada?

Reinhard: No, el mango todavía está fijo. Parece que no será obediente... pero no hay otra arma que pueda usarse para enfrentarlo.

Emilia: Ya que no puedes sacar tu espada, ¿qué vas a hacer? ¿Atacarle directamente con la vaina?

Reinhard: No exactamente. Pero eso no está muy lejos de lo que voy a hacer.

Sin un rastro de tensión en su voz, Reinhard dio un paso adelante. Se colocó frente a Subaru y Emilia, protegiéndolos de la línea de visión de Regulus.

Reinhard: Subaru, permíteme que la tarea de ganar tiempo me sea entregada. Puedes continuar descifrando su poder.

Subaru: Se siente como si la dificultad acabara de subir un nivel. Pero te estaré animando.

Emilia: Yo, ¡yo también te voy a animar!

Reinhard: Entonces, también voy a animarme. -¡Ir!

Tan pronto como el sonido de su voz cayó, Reinhard voló hacia adelante. Regulus, que se había mantenido esperando, lo recibió con calma.

Regulus: Te lo dije, ¿acaso no viste? Si no es el destino del dragón, entonces la lanza.  ¿Es tu imaginación realmente tan deficiente?

Reinhard: Sólo prestar atención a una moneda en tu pie mientras caminas desviara tu atención de lo que es importante, como dijo una vez mi maestro.

Regulus: ¿Es así?

El suspiro de Regulus, profundo y desinteresado, se encontró con el golpe inicial de Reinhard. El sonido de los músculos y los huesos al ser penetrados por algo afilado atravesó el aire, y la garganta de Subaru no pudo evitar endurecerse. Vio cómo Reinhard se aferraba a la vaina y golpeaba la empuñadura de la espada contra Regulus. 

Regulus: —Oh, parece que ni siquiera tienes una estrategia.

El resultado de estos golpes eran diferentes al destino del dragón de agua y la lanza de hielo; al menos la amada espada de Reinhard no se rompería al golpear a Regulus, sin importar lo que hiciera.
Sin embargo, Regulus no reaccionó a los ataques. Los ataques anteriores de Reinhard, aunque no causaron daño, al menos habían sido suficientes para enviarlo a volar; ahora, incluso ese efecto se perdió.

Reinhard: Siéntete libre de estar orgulloso. Eres el segundo en obligarme a usar La Espada del Dragón Rei.

Regulus: No puedo oír nada más que desprecio, ¿realmente me ignoras así? No estas a la altura de mi espada, ¿es eso lo que quieres decir? Una mirada tan denigrante, palabras tan despectivas, para alguien tan iluminado como yo, ¡es natural que lo entendiera!

Reinhard: Eso es todo, ¡ ah !

Mientras provocaba a Regulus, Reinhard se acercaba y alejaba de él. Frente a esas yemas de dedos asesinos, los movimientos evasivos de Reinhard pusieron todo su cuerpo en movimiento. De repente, sus piernas dejaron de moverse. No, se les impidió moverse.

Reinhard se derrumbó sobre sus rodillas, arrodillándose en su lugar. Su pantorrilla derecha se había abierto, derramando copiosas cantidades de sangre.

Subaru: ¿Fuiste golpeado? ¿¡Que pasó!?

Subaru gritó, y Reinhard frunció el ceño a través de su confusión. Ni Subaru, observando a distancia, ni Reinhard, de cerca, pudieron discernir lo que había sucedido. El que había planteado esta pregunta dio su evaluación de fracaso.

Regulus: Con tu vista y reacciones inhumanas, puedes escapar de los pedacitos de grava y agua. Pero eres demasiado ingenuo, ¿verdad? Si realmente quieres confrontarme, impídeme respirar. No puedes, ¿verdad? Justo ahora. Yo exhalé.

Reinhard: Incluso respirando...

Contra Reinhard, que había caído al suelo, Regulus se acercó sin piedad. Con un golpe directo, su ataque sería suficiente para enviar a Reinhard a volar, en pedazos. Hacia este ataque, Reinhard ya no tenía tiempo para esquivarlo. Apresuradamente, levantó rápidamente la espada en sus brazos, bloqueando el golpe con su vaina negra—

Reinhard: kuu ...!

Regulus: Justo lo que crees que puedes hacer, con esa molesta vaina en el camino. Aferrarse a algo de lo que no eres digno, ¿por qué la gente como tú hace esas cosas? No puedo entenderlo en absoluto.

Con esta acción defensiva, el cuerpo de Reinhard fue enviado volando como si fuera una pelota de juguete. Aunque protegido del poder fatal de la patada, cayó a la calle y se estrelló contra la arquitectura circundante. Mientras el cuerpo de Reinhard rodaba y rodaba, la destrucción solo continuaba. En ese momento, la forma de Reinhard, enviada volando, se convirtió en nada más que una bala.

Regulus: Correcto, y ahora...

Subaru: ——!

Al ver a Reinhard lejos en la distancia, Regulus pareció recordar algo cuando se dio la vuelta. Estando firmemente fijado por esa mirada, Subaru se tensó de inmediato.

Emilia, desde su lado, inmediatamente cantó un hechizo, y en un instante el cielo se cubrió con una multitud de carámbanos, que volaban despiadadamente hacia Regulus.

Sin embargo, los resultados hablaron por sí mismos.

Regulus: Una mujer que no puede leer la situación es lo peor. Tener que dedicar tiempo a disciplinarlos es una pena. Sin embargo, como las mujeres son simplemente criaturas ignorantes, primero se les debe  enseñar. Así es como es. Están mucho mejor después de ser domesticadas.

Golpeando su cuerpo y rompiéndose en pedazos, esos carámbanos no pudieron ni siquiera moverlo antes de que cayeran al suelo. Tímidamente, Regulus se acercó a ellos.

Subaru: ¡Emilia! ¡Tratar de luchar es inútil ahora mismo! Si aún no entendemos el misterio de su poder, incluso si atacamos, ¡no tendrá ningún efecto!

Emilia: ¡Pero...!

Subaru: ¡Correcto, por ahora salgamos de aquí!

Tomando la muñeca de la obstinada Emilia, Subaru intentó alejarla de Regulus. Las acciones de Subaru solo sirvieron para excitar más a Regulus...

Regulus: jaja, ¿estás tratando de huir? Bueno, eso es natural. Ahora que la situación está como está, donde no tienes ninguna posibilidad contra mí, aunque deberías haberlo entendido mucho antes de que llamaras a mi puerta siendo tan infantil... si quieres huir, corre.

¿En qué estaba pensando él? Regulus los mira huir con nada más que sonrisas.

Sin embargo, dada esta oportunidad de escapar, necesitaban aprovecharla. Sin importar qué, en este momento, no tenían tiempo para siquiera...

Regulus: —Pero, primero tendrías que tener alguna posibilidad de escapar.

Mientras hablaba, Regulus se acercaba al canal; Inclinándose, levantó la mitad del cadáver del dragón de agua fuera del agua. Agarrándole la cola, comenzó a moverla hacia adelante y hacia atrás con una sonrisa feroz.

Emilia: H-hey, Subaru... Tengo un mal presentimiento.

Subaru: Qué coincidencia, yo también. 

En cuanto a lo que él haría, ninguno tenía idea. Sin embargo, cada una de las acciones poco notables que tomó tuvo resultados completamente extraordinarios, eso fue tan simple como el día.
Por lo tanto, Subaru y Emilia aumentaron rápidamente su velocidad.

Tomándose su tiempo, Regulus se rio agradablemente mientras levantaba la cabeza, antes de ponerse en movimiento. Puso un pie en el techo de un edificio adyacente, luego saltó sobre sus pisos superiores, aterrizando en otra estructura más alta, hasta que finalmente llegó a un edificio a la altura de una torre de reloj. Después de ese período, ambas partes se encontraban a una distancia considerable.


Sin embargo, a pesar de la distancia que habían ganado, Subaru todavía podía distinguir la cara de Regulus.

—Mostrando tan claramente aquella sonrisa asesina.

Regulus: Sabes, si quieres tratar de esconderte primero trata de escapar de esto. - No merezco tener una novia así, y ese bastardo que considera a esta mujer como un tesoro. ¡Les entregaré una lluvia de sangre!

Regulus levantó la mitad del dragón de agua con ambas manos y torció el cadáver sin piedad. La carne del dragón se partió con un desagradable silencio, y la sangre que goteaba lentamente brotó. Los restos sangrientos fueron recibidos alegremente por Regulus desde su alta plataforma. Sosteniendo la cola del cadáver, todavía empapada en sangre, como si agitara una toalla mojada. A medida que la giraba sobre su cabeza, sin cesar, la sangre se dispersaba en forma de halo.

Más lejos, más lejos, hasta que su impulso lo llevó a donde Subaru y Emilia habían huido. Entonces, el resultado fue:

Emilia: —¡Subaru!

Subaru: ¡Corre, corre, corre, corre, corre, corre, corre, corre!

El aguacero de sangre se convirtió en una lluvia de destrucción, que arruinó aún más la ciudad, este bombardeo de sangre apuntó directamente a las figuras en retirada, a la pareja que se había visto obligada a huir.

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3 comentarios:

  1. Podrías dejar de ser sobrehumano xddddd jajajaja subaru cmm xddd
    yo creo que podrian matar a regulus si le atacan con magia y ataques físicos a la ves o también podrían hacer que el se hiera así mismo o tal ves ataques mentales quizás :v? alguien me podria decir como cuantos capitulos falta para que se carguen a regulus ? solo quiero saber cuantos no quiero spoiler >:v/
    PD: Gracias por el capitulo

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    1. Decir cuanto falta para que se carguen a Regulus, ya es dar un spoiler xD

      Y con respecto a lo que dices, habrá que esperar los próximos episodios haber que hacen.

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    2. Bueno yo diría que la fuerza de Reinhard es proporcional al amor que le tiene tappei Nagatsuki , creo que eso te dice que tanto lo ama. Verdad?

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