Todos los derechos pertenecen a Tappei Nagatsuki, el autor original de la serie Re: Zero.
Esta no es una traducción profesional. Algunos errores, tanto gramaticales como lógicos, son inevitables. Además, tenga en cuenta que los traductores tienen una predisposición a las preferencias personales y que los nombres y la terminología pueden diferir en ocasiones de lo que se usó en el anime o se usa en el fandom en general.
Arc 5, Capítulo 75: Frutos conseguidos tras la batalla de Pristella 2.
CORRECCIÓN Y DETALLES: STALYN
Segunda edición: Amatsuhito Mikaboshi
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Después de terminar su conversación con
Wilhelm, Subaru se sintió aliviado en silencio.
Junto con Garfiel, eran los dos que
deberían encargarse de "Lujuria" - Se suponía que eran la combinación
que debería haber tenido la pelea más difícil.
En realidad, Lujuria había abandonado su
torre de control, y había sido la esposa de Wilhelm, Theresia, junto con el ex
héroe, Kurgan, quienes habían terminado bloqueando su camino. Sin embargo,
milagrosamente no hubo víctimas mortales en estos tres campos de batalla.
Subaru: "――――"
Por supuesto, Garfiel y Wilhelm deberían
tener mucho en qué reflexionar.
De hecho, Garfiel había hablado sobre los
resquemores acerca de su orgullo, y era fácil imaginar que había heridas
demasiado difíciles de expresar con palabras y que yacían en el corazón de
Wilhelm.
Pero, de todas maneras, Subaru estaba feliz
de que los dos hubieran regresado sanos y salvos después de terminar sus
batallas.
Si hubiera habido bajas entre sus
conocidos, Subaru se habría resignado a depender una vez más de su
"Regreso por muerte". Es por eso que se sintió aliviado de que los
dos hubieran sobrevivido sin que él necesitara usarlo.
Sin embargo, esa sensación de alivio por el
hecho de que no habían terminado muriendo estaba relacionada con otra
convicción suya, al mismo tiempo. Es decir, que después de todo, no tendría que
depender una vez más de un poder antinatural como su "Regreso por la
muerte".
Ya había usado su "Regreso por la
muerte", y desafió muchas veces las cosas para tratar de asegurar un
futuro mejor. Después de depender tanto de ese poder, en este punto, tal vez
podría ser considerado un hipócrita, sin embargo, fue por esta razón que ya no
deseaba usarlo.
Era una conclusión a la que solo Subaru
podía llegar, precisamente porque era Subaru quien había muerto muchas veces, y
cada vez, había cambiado el futuro.
Para empezar, algo como "Regreso por
la muerte" debería haber sido innecesario.
Seguramente había una manera de asegurar el
futuro que quería, incluso sin su "Regreso por la muerte". Como
ahora, donde todos trabajaron juntos para lograr el mismo objetivo, para
asegurar eso.
Emilia: Subaru, ¿Wilhelm-san estaba
bien...?
Al recibir a Subaru, que había regresado,
Emilia preguntó por el sabio espadachín que había estado parado en una esquina
del refugio. A sus palabras, Subaru sacudió la barbilla para asentir, sin mirar
atrás.
Subaru: Sí, creo que está bien. Está un
poco herido, pero... parece que logró curar las heridas en su corazón, que
fueron las más alarmantes.
Emilia: Ya veo... Aunque es obvio, él
realmente es una persona fuerte, ¿no?
Subaru: De hecho. Es una persona fuerte con
seguridad. Por eso está bien.
Subaru asintió con la cabeza varias veces
hacia Emilia, quien le había dicho eso. Emilia abrió mucho los ojos al ver la
gesticulación de Subaru, y luego estalló en una sonrisa.
Al ver a Subaru fruncir el ceño ante su
inesperada reacción, se llevó la mano a la boca y dijo:
Emilia: Lo siento. El comportamiento de
Subaru con Wilhelm-san es realmente diferente en comparación con cuando estás
con otras personas. ¿Cómo puedo decirlo? En verdad, creo que es puro, como la
nieve de montaña.
Subaru: Nadie dice “puro como la nieve de
montaña” en estos días......
Subaru sonrió con ironía ante las palabras
anticuadas de Emilia que parecían venir de la Era Showa. Después de eso, se
rascó la mejilla con uno de sus dedos.
Incluso si parecía que le estaba tomando el
pelo, entendía lo que Emilia estaba tratando de decir. Y eso fue suficiente
para que el propio Subaru lo supiera.
Subaru: Wilhelm-san es, cómo debería
decirlo, especial. Porque es una persona increíble a la que sinceramente puedo
admirar, bueno, eso es lo que siento.
Emilia: Sé que también es una persona
increíble, pero si ese es el caso, Reinhard y los demás también lo son,
¿verdad? Y, sin embargo, a pesar de todo eso.
Subaru: La perspectiva cambia entre alguien
de la misma edad y alguien de una generación diferente. La disparidad que
sientes con las personas de la misma edad tiene implicaciones bastante grandes
en uno que terminan haciéndole sentir miserable. Pero, las diferencias que
sientes con las personas mayores que uno pueden establecerse como una meta.
Algún día, cuando sea un viejo hosco, quiero ser tan imponente como Wilhelm.
Emilia: ...... Hmm, te entiendo. Jeje. Si
tú lo dices.
Emilia asintió, con el rostro lleno de
comprensión, ante la frívola actitud de Subaru en la que había entrado para
ocultar su vergüenza.
Subaru se sintió derrotado por esa actitud.
Hablando en serio al respecto, ni siquiera Subaru sabía cómo debía expresar las
profundas emociones que sentía con palabras. Aunque, probablemente, casi con
certeza, pensó que era algo bueno que no necesitara ponerlas en palabras.
Beatrice: Betty cree que dejar crecer su
barba no sería adecuado para Subaru, de hecho.
Subaru: No pensé que fuera este tipo de
conversación, pero bueno, lo que sea, también está bien. Me dejaré crecer la
barba cuando Beako lo considere apropiado.
Beatrice: ...... Bueno, entonces, llegará
un momento, supongo. La coexistencia elaborada entre barba y hermosura es un
área que no puede sostenerse sin la elegancia de Bubby, de hecho. Deberías
ocuparte de ello, supongo.
Emilia: Sí, sí, lo sé
Mientras Emilia y Beatrice intercambiaban
sus sentimientos de una manera que era típica para ellos, Subaru --- señaló con
los ojos hacia un rincón del refugio que de repente se había vuelto ruidoso.
Algunos evacuados se reunieron en un rincón
del refugio, todos los individuos que estaban allí habían sido liberados de su
miedo y malestar que habían nacido de la ciudad ocupada. Sin embargo, tenían
miradas inexplicablemente alegres en la cara. Y eso fue porque...
Liliana: ¡Bien, bien, bien! ¡Permítanme
cantar de nuevo! Por favor, escuchen mi nueva canción: ¡La canción ardiente de
la ciudad llameante!
Subaru: Esa escandalosa es Liliana,
¿verdad?
Había una joven bajita con piel morena en
el centro de ese alboroto. Podía ver la viva figura de la bardo tocando su
Lyulyre, sacudiendo su cabello rubio.
Su apariencia causó un impacto
inconfundible, tenía una originalidad que se disparó torcidamente y que él
pensó que ni siquiera "Lujuria" podía imitar; esa era Liliana sin
duda.
Beatrice: Es una chica verdaderamente
estridente, de hecho.
Emilia: Pero, Liliana fue una de las
personas que también luchó contra los arzobispos del pecado, ¿verdad? Erm... no
puedo imaginarme en absoluto cómo se las arregló para luchar...
Al darse cuenta de lo mismo que Subaru
pensaba, Emilia y Beatrice también relajaron sus hombros. Si ella estaba
actuando tan animada, entonces sin duda Liliana había vuelto con vida y también
sin heridas. Ella y el lugar donde debía ir: su batalla contra "Ira"
era algo que no podía imaginar, ni su estrategia ni su fuerza de combate
necesaria para obtener el resultado más adecuado.
Subaru ya había considerado la posibilidad
de que la canción de Lilliana hubiera sido útil para limitar la autoridad de
Sirius, sin embargo, no sabía cómo habían podido ponerla en práctica en
realidad. Estaba específicamente decidido a querer escuchar lo que había
sucedido en aquel lugar de batalla.
Subaru: No será fácil acercarse a Lilliana
en este momento. Vamos a posponerlo para más tarde.
Emilia: Sí... Además, ahora es
definitivamente el momento en que las canciones de Lilliana son más necesarias.
Quitándoles eso no sería bueno. Pospongamos hablar con ella hasta mucho más
tarde.
Beatrice: Estoy de acuerdo, supongo. A
Betty le gustaría seguir hablando con esa chica irritante, de hecho.
Subaru y los demás llegaron a esta
conclusión mientras veían a Liliana tocar una melodía, cantando con la máxima
pasión.
En realidad, si solo tenían en cuenta su
voz de canto, ella era digna del título de "La Cantante de canciones”.
Estuvo de acuerdo con la opinión de Emilia de que ahora la ciudad la
necesitaba.
???: "――――"
Cuando miró, la figura de Kiritaka estaba
justo al lado de Lilliana, mientras daba su actuación.
Su costoso traje estaba cubierto de barro y
sangre por todas partes, y también había rastros de rasgaduras en él. Fue el
resultado de haber huido a través de escenas de carnicería y, según la historia
de Otto, no se sabía si estaba vivo o muerto.
Subaru: Al parecer nadie consiguió un
sencillo campo de batalla...
Tomando nota de la mirada de Subaru,
Kiritaka se inclinó en su dirección. Subaru lo saludó con la mano y comenzó a
caminar más hacia el refugio una vez más, en busca del próximo de sus
compañeros.
Entonces, Beatrice, que caminaba justo al
lado de él mientras salía a caminar, dijo:
Beatrice: No es demasiado importante, pero
fue ese hombre el que me despertó cuando dormía, supongo.
Subaru: ¿Kiritaka?
Beatrice: Ese hombre incluso llegó a
regalarme algunas de sus preciosas Grandes Piedras Mágicas, de hecho. A Betty
no le importa si se debió a su sentido de responsabilidad, o si fue por
alguien, supongo. Pero, eso es lo que sucedió, de hecho.
Subaru: ..... Ya veo, ya veo. Eso es
genial, Beako. Hiciste bien en decirlo.
Beatrice: Hmph, supongo.
Habiendo escuchado esta historia de que la
ayuda provenía de esta fuente inesperada, Subaru acarició la cabeza de
Beatrice. Beatrice hinchó las mejillas, aparentemente insatisfecha, pero fue
evidente que esto era solo una fachada.
Según la historia que había escuchado
brevemente de Anastasia, las acciones de Beatrice después de que ella se había
despertado también habían sido una contribución indispensable con respecto a
los resultados actuales. Si había sido Kiritaka quien había jugado un papel en
eso, entonces se podría decir que había cumplido con su deber correspondiente a
su papel como ejecutivo de la ciudad.
Emilia: Subaru. Parece que los que
resultaron heridos están en la parte más alejada del refugio.
Emilia, que estaba mirando hacia esa parte
del refugio, le dijo a Subaru que mientras hablaba con Beatrice. Cuando miró
hacia el área débilmente iluminada señalada por ella, allí en medio del
bullicio, había un área que estaba siendo utilizada como hospital de campaña.
Había colchonetas y mantas extendidas
directamente en el suelo y varias personas heridas estaban tendidas allí. Se
suponía que este era el primer lugar que Ferris visitó, por lo que a pesar de
que las personas acostadas no se habían recuperado por completo, sus vidas
probablemente no estaban en peligro.
Subaru: ¿Eso significa que tratar a tanta
gente al máximo es difícil, incluso para alguien como Ferris?
Beatrice: No importa qué tan hábil seas
para curar con magia, de hecho. Hay un límite en la cantidad de maná que una
persona puede contener. Si andas curando a todos los que ves, entonces se te
acabaría casi de una vez, supongo. Fue una sabia decisión, de hecho.
Beatrice, que había respondido, parecía
ligeramente molesta mientras miraban las filas de los heridos. Aunque lo
escondió en la superficie, era un espíritu de corazón tierno cuyos sentimientos
eran profundos. (St: Tsu-n-de-re :v)
La magia curativa de Beatrice fue bastante
efectiva, incluso si ni siquiera se acercaba a la de Ferris. Pero, incluso si
dijéramos que tiene algo de Mana, la cantidad que Subaru le suministraba nunca
se acercaría a eso.
Era inevitable que estuviera molesta y
lamentando su falta de fuerza.
Emilia: En verdad, también me gustaría
ayudar a todos con mi magia curativa, pero...
Subaru: Tienes otro papel, Emilia-tan. Por
eso, por ahora, debes dejar eso de lado.
Emilia: Sí, lo sé.
Si se dejaran llevar por las emociones del
momento, no podrían alcanzar su objetivo y terminarían perdiendo todo. Subaru
llamó a Emilia para que se contuviera, y cuando entraron entre personas que
gemían de dolor por las heridas, buscaron a su compañero entre ellos. Y poco
después, pudieron encontrar al tipo que estaban buscando.
???: Natsuki-san, ¡por aquí!
Subaru: ¡Oye, Otto!
En la última fila de heridos, había una
persona que agitaba la mano. Al darse cuenta de la figura familiar del joven,
Subaru y los demás se acercaron a él con alivio.
Acostado en una cama preparada, con una
leve sonrisa en su pálido rostro, estaba el orgulloso Oficial de Asuntos
Internos de grado-guerrero que encabezaba la facción Emilia, Otto Suwen.
Otto: Aunque ahora, siento que me dieron
una nueva denominación que realmente no puedo dejar pasar.
Subaru: Esa es tu imaginación, oficial de
asuntos internos de grado guerrero. Una vez más es lo mismo contigo, la misma
historia de siempre, deambulando por la ciudad en busca de sangre, en busca de
enemigos. Al parecer te encanta hacer este trabajo.
Otto: Pronto habrá rumores extraños de
nuevo, ¿es que acaso no te detendrás con esas afirmaciones completamente
falsas?
En lugar de un saludo emocional, Subaru
intercambió bromas con Otto, que estaba acostado. Otto gritó y dejó caer los
hombros con resignación, y Subaru se agachó a su lado para verificar su estado.
No parecía tener heridas letales, pero
ambas piernas daban la sensación de estar muy adoloridas.
Emilia: Otto-kun, ¿cómo están tus heridas?
Otto: Parece que caminar será un poco
difícil hasta que me haya recuperado, pero aparte de eso no hay un trauma
visible... Pero, si se trata de malas situaciones, para Emilia-sama debería
haber sido más difícil, es bastante patético de mi parte estar gravemente
herido.
Emilia: Eso no es verdad. Es una prueba de
haber luchado con todas tus fuerzas, ¿no? El trabajo de Otto-kun no es pelear,
así que es bueno que no te haya pasado nada terrible.
Otto: Hasta ahora, Emilia-sama es la única
que tiene un sentido común decente con respecto al trabajo de un Oficial
Principal de Asuntos Internos.
Emilia: ¿Eh?
Ante Otto, que murmuró profundamente,
Emilia inclinó la cabeza con una mirada confusa.
Dejando eso de lado, Subaru le pidió a Otto
una explicación de la situación en la que resultó herido. Inicialmente, se
suponía que Otto debía permanecer en el Ayuntamiento y esperar los informes de
varios lugares en el punto de reunión.
Subaru: La lesión no es porque te atrapó el
colapso del Ayuntamiento, ¿verdad? Según lo que dijo Anastasia-san, los que se
quedaron en el Ayuntamiento fueron Anastasia-san, Ferris y Al.
Otto: No sé exactamente qué hicieron los
tres que quedaron. Cuando salí del Ayuntamiento, a través de las vías fluviales
de la ciudad... me topé con "Gula". Por eso terminé así”.
Subaru: Gula... Ese bastardo. Maldita sea,
también esa "Lujuria", ¿cuánto más tienen la intención de burlarse de
nosotros...
El corazón de Subaru comenzó a hervir una
vez más cuando escuchó el nombre de su enemigo más despreciado.
La maldad del Culto de la Bruja había
ridiculizado y socavado todo lo que habían establecido a partir de sus
predicciones. Su comportamiento al ignorar las torres de control fue una burla
hacia aquellos que se habían ofrecido a enfrentarlos.
Otto: Afortunadamente, gracias a Felt-sama
y la gente de las Escamas del Dragón Blanco, logramos oponernos a ellos de
alguna manera. Sin embargo, sin la ayuda de Beatrice-san, no sé cuál hubiera
sido el resultado.
Beatrice: ¡A pesar de que los superaban en
número, no podía soportar verlo, de hecho!
Emilia: Sí, sí. Muchas gracias.
Emilia acarició suavemente a Beatrice que
había hinchado sus pequeñas mejillas.
Ese intercambio fue agradable, pero lo que
interesó a Subaru fueron las acciones de Otto. Dejando a un lado el resultado
de la lucha con Gula, ¿por qué dejó el Ayuntamiento en primer lugar?
Incluso si hubiera estado fuera de la
formación para interceptar a "Lujuria", debería haberse quedado en el
refugio y nada más. No debería haber sido necesario abandonar el refugio y
caminar por la ciudad.
Otto: Hubo una solicitud del Culto de la
Bruja... La prioridad de obtener cierto libro.
Adivinando la duda de Subaru, Otto habló en
voz baja.
El libro que había pedido el Culto de la
Bruja, lo habló con bastante confusión, probablemente como una consideración de
que Emilia estaba escuchando detrás de Subaru. Subaru asintió ante sus
preocupaciones.
Subaru: El que está con el especialista en
restauración, ¿cómo se llama?
Otto: Es el señor Darts. Nadie debería
saber que él se encargó de restaurarlo... Pero, para estar absolutamente
seguro, intenté recogerlo. Al final, encontré a Gula antes de encontrarme con
el Sr. Darts, y este es el resultado.
Entendió la razón por la cual Otto había
dejado el Ayuntamiento y caminaba por la ciudad a pesar de la amenaza del Culto
de la Bruja. De nuevo, parecía que había intentado llenar un área en la que
Subaru no había estado atento.
No había pensado lo suficiente sobre el
ataque al Ayuntamiento y la recuperación del "Libro de la Sabiduría".
Subaru: Al menos consulta conmigo primero.
Somos amigos ¿verdad?
Otto: Emilia-sama fue secuestrada, y tú
también llevabas el destino de la ciudad como un héroe, ¿querías que pusiera
otra carga molesta encima de eso? Lo siento. Pero no tenía la intención de
presionar a mis amigos con estas estupideces.
Subaru: "Keh"
Aunque tenía la intención de bromear,
inesperadamente terminó correspondiendole con palabras felices, haciendo a
Subaru gruñir. Al ver su intercambio, Emilia y Beatrice intercambiaron miradas
y dieron un profundo suspiro.
Beatrice: Estos tipos no son honestos,
supongo.
Emilia: Creo que es normal para ellos.
Pero, entonces, ¿ese libro...? Sería mejor si lo recogiéramos. Erm, ¿qué
tal...?
Subaru: Ah, me ocuparé de eso. O haré que
Garfiel lo haga. Emilia-tan no tiene que preocuparse demasiado por ese libro.
Emilia: ¿Sí?
No quería dejar que Emilia se involucrara
mucho con el "Libro de la Sabiduría".
Tenía compatibilidad con los Evangelios, y
también era una especie de reliquia que una Bruja había dejado atrás. No
acercarlo lo más posible a Emilia era una de las resoluciones silenciosas de
Subaru.
Subaru: Pero, los que se encontraron con
Gula fueron Fieltro y las Escamas del Dragón Blanco, ¿verdad? Dejando de lado a
los Dragones blancos, ¿Felt no terminó escondiéndose en algún lado?
Emilia: Pero, realmente no puedo imaginar a
esa chica quedándose tranquilamente en un lugar, tal vez...
Subaru: Estoy de acuerdo con eso.
Felt y los demás habían arrestado al padre
de Reinhard, Heinkel, y había oído que lo vigilaban. Por lo tanto, no deberían
haber participado en la recuperación de las torres de control, aunque
probablemente no había nadie a quien comunicar esa decisión.
Subaru: Entonces, ¿Cómo está?
Otto: Estaba exhausta, pero en realidad no
tenía heridas como estas. Ella salió corriendo del refugio ahora, para recoger
a los subordinados que había traído.
Subaru: Ton, Chin, Kan, ¿verdad? Escuché
sobre eso, parece que esos muchachos lo están haciendo sorprendentemente bien.
Aquel trío siempre daba una buena y una
mala impresión, pero nada de eso quedó grabado en su corazón. Tenía un pasado
donde lo habían matado una vez, pero en lugar de vengarse algún día, había
tratado de dejarlo en el pasado.
En cualquier caso, fue un buen resultado
que pudo confirmar la seguridad de ese grupo. Después de eso, se encargarían de
la tarea relacionada con "El Libro de la Sabiduría", por lo que el
siguiente problema era...
Otto: Natsuki-san. Ten cuidado en el
próximo refugio.
Subaru: ¿En el próximo refugio...?
Otto le dijo eso a Subaru, quien estaba
inmerso en sus pensamientos, en voz baja. Ante las turbulentas emociones que se
habían puesto en su voz, la voz de Subaru también bajó naturalmente en
respuesta.
Otto asintió levemente al escuchar la
reacción de Subaru.
Otto: Uno de los arzobispos está detenido
allí.
※※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※
???: ¿Qué es esto, eres tú, plebeyo? ¿Cómo
te atreves a mostrar tu miserable rostro en nuestra presencia? Esa imprudencia
es digna de admiración, más allá del asombro.
Había dejado el refugio que se había
convertido en un hospital de campaña y se dirigió al siguiente refugio siguiendo
las palabras de Otto.
En comparación con el refugio anterior, la
escala de ese refugio era bastante pequeña. Si el refugio anterior era como el
estacionamiento de un centro comercial, este refugio era como el
estacionamiento de bicicletas en el mejor de los casos.
Inmediatamente después de haber tenido la
vaga impresión de que su propósito, incluso si se trataba de un refugio,
probablemente era diferente, la mujer de rojo que se había instalado en la
entrada del edificio le habló así.
La mujer se llamaba Priscilla Barielle.
Entre los candidatos a las elecciones
reales que se habían reunido en la ciudad, ella era alguien que carecía por
completo de una personalidad cooperativa. Aun así, incluso alguien así era sin
duda un aliado confiable en esta situación. Además de eso, fue Priscilla quien
estaba a cargo del monstruo desconocido, Sirius, arzobispo de la
"Ira".
La capacidad de destruir esa amenaza de
manera espléndida y hacerla prisionera fue un resultado que tuvo que ser
elogiado sinceramente.
Subaru: Que no te guste mi cara es tu
subjetividad personal, así que está bien, por ahora, buen trabajo para los dos.
Me alivia que hayas vuelto a salvo. Aunque no te estoy halagando.
Priscilla: La subjetividad personal mía es
el sentido estético que más se debe respetar en el mundo. Ni siquiera vale la
pena evaluar lo que tienes que decir... Bueno, está bien. Sin embargo, no hay
palabras que pueda decir en defensa de tu ceguera al sentirte seguro al verte a
ti mismo.
Subaru: ¿Ah? ¿Estás herida o algo?
Priscilla estaba sentada en una silla a la
entrada del refugio, abanicándose. Mirando sus extremidades superiores e
inferiores, no pudo encontrar ninguna herida ni nada de eso.
No, no se trataba de lesiones o no. La piel
blanca de Priscilla no tenía un solo rasguño, incluso el vestido que llevaba no
tenía ni una mota de polvo o suciedad. Si hubiera habido diferencias antes y
después de la batalla, habría sido con respecto a su accesorio para el cuello y
que su cabello se había soltado.
Emilia: Tu collar y pinza de pelo, ¿los has
perdido en alguna parte?
Priscilla: Hm. Entonces, veo que incluso un
plebeyo con un ojo tan discreto lo notará si es una mujer. Aunque no me gusta
esa forma grosera de llamarlo collar. Parece como si tuvieras envidia.
Subaru:
No estoy muy seguro, en realidad, pero estábamos hablando de tus
accesorios...
Ante las ingenuas e inocentes palabras de
Emilia, Priscilla resopló en respuesta.
Ciertamente, ahora había perdido su lujoso
collar con incrustaciones de gemas, así como la pinza que mantenía su cabello
naranja en su lugar. El aroma de su encanto había aumentado cuando se soltaba
el cabello que normalmente se mantenía en su lugar, qué pecado de mujer tan
atractiva era.
En pocas palabras, el resplandor de
Priscilla era más bien como el de una flor venenosa. Si te acercaras,
terminarías siendo picado.
Subaru: Entonces, seguiré siendo picado.
¿Por qué te molestas en quedarte en este refugio? No pensé que tuvieras una
personalidad tan admirable como para ser voluntaria para mantener la guardia.
Priscilla: Que tontos. Mi persona no
debería tener que involucrarse en este tipo de trabajos que hacen los plebeyos.
No es mi intención real estar en un lugar como este, pero no puedo permitir que
otros miren mi encantadora belleza ahora. Así que evité la mirada del público
como un compromiso. Además, Al insistió.
Subaru: Creo que trataría de negarlo
rápidamente si estuviera aquí.
Mientras se imaginaba los movimientos
exagerados de negación del casco de hierro, Subaru dirigió su mirada hacia la
entrada del refugio. No vislumbró dicho casco de hierro, pero había oído que
estaba en este refugio. En otras palabras, no estaba afuera, sino dentro del
edificio, junto al Arzobispo.
Subaru: ¿Al hace guardia adentro?
Priscilla: Así es. No sabemos qué cosa tan
malvada podrían hacer si los dejáramos solos. De ahí por qué Al los vigila.
Cuando se trata de él, debe hacer un buen trabajo.
Subaru: ...... No pensaste que trataría de
matarlos. Eso es inesperado.
Priscilla: Puede hacerlo si quiere. Mi persona
no lo detendría.
¿Se había sentido aburrida de responderle?
Priscilla bostezó mientras se cubría la boca con su abanico. Esa parecía ser su
forma de expresar indiferencia ante la pregunta de Subaru.
Ella no tenía intención de detenerlo si él
entraba al edificio. Subaru miró la entrada del refugio y colocó su mano sobre
su pecho, donde los latidos de su corazón se habían acelerado un poco.
Emilia: Subaru, si tienes miedo de entrar,
no necesitas forzarte a...
Beatrice: De hecho, de hecho. No creo que
saquemos nada de eso, supongo.
Emilia y Beatrice expresaron gentilmente
sus opiniones a Subaru que se había detenido en seco. Sentía que quería dejarse
mimar por sus preocupaciones. Sin embargo, tan pronto como ese pensamiento
apareció en su cabeza, notó la cruel mirada de Priscilla mirándolo por el
rabillo del ojo. Era una mirada que consideraba todas las dudas y vacilaciones
de Subaru como una farsa aburrida.
Si fue hacia adelante o hacia atrás, la
evaluación de Priscilla de Subaru probablemente no cambiaría. Para Subaru, a quien
todavía se le había dado la evaluación más baja ya le era completamente
indiferente, así que no le importaba.
No le importaba, pero lamentaba que los dos
que estaban con él también hubieran sido evaluados de esa manera.
Subaru: Me voy. En cualquier caso, no es un
problema del que deba escapar.
Emilia y Beatriz: "――――"
Subaru se decidió, y los dos no dieron sus
opiniones a favor o en contra. Se quedaron a su lado para respetar su voluntad.
Luego, con las dos acompañándolo, Subaru
entró en el refugio oscuro. Priscilla ya ni siquiera miraba sus espaldas. Era
como ella dijo.
Con el reseco repiqueteo del sonido de sus
pasos, se movieron hacia adelante en el edificio de piedra. Pronto pudieron ver
el final del pasillo, delante del camino que giraba a la izquierda.
???: ――¿Eres tú, hermano? Escuché la voz de
la princesa, así que pensé que estaba hablando con alguien.
Agachado en el pasillo, llevando su Espada
del Dragón Azul sobre su hombro, el casco de hierro ――Al los estaba esperando.
Cuando vio a Subaru y los demás dirigiéndose hacia él, dirigió su atención a
Emilia.
Al: Oh, parece que la señorita también está
bien. Buen trabajo, hermano.
Subaru: Es porque el bienestar de
Emilia-tan era mi requisito mínimo para la victoria. Además, respecto a ti, he
oído que te topaste con muchos problemas. Las irracionalidades de Priscilla en
particular eran una locura.
Al: Ah, estás hablando en serio. Aún así,
yo también me preguntaba qué estaba pasando con ella esta vez. Bueno, no, casi
siempre me pregunto qué está pensando, pero no tengo ningún poder de
persuasión.
Emilia: Pero, ¿no parece que no te gusta
eso......?
Al: "――――"
Al, que había gruñido algo así como una
queja sobre su ama Priscilla, fue golpeado en la nariz por las inocentes
palabras de Emilia. No podía ver lo que estaba oculto detrás del casco, pero
sentía que había moldeado sus labios en forma de へ en el otro lado.
(Nota TL: Hacer que tu boca tenga la forma
de un へ es básicamente describirlo frunciendo el
ceño).
En la práctica, él era un hombre que
siempre fue arrastrado por todas partes por Priscilla, y a pesar de eso todavía
quería ser su sirviente. Supuso que tenían una relación que otros no
entenderían.
Durante un rato, Al se retorció el cuello
en un ambiente que parecía haberlo devorado, aplaudió el hombro con el filo de
su Espada del Dragón Azul y dirigió bruscamente su mirada hacia la parte
posterior del pasillo.
Al: Es un poco tarde para que hayas llegado
tan lejos, pero... ¿Viniste a hablar con el Arzobispo del pecado?
Beatrice: ¿Crees que habría otro propósito,
supongo? ¿Crees que nos molestaríamos en charlar con el guardia, de hecho, no
hay forma de que sigamos perdiendo el tiempo?
Al: Esta pequeña niña es mordaz, ¿eh? No te
preocupes tanto, Beako... ¿verdad?
Beatrice: "――――"
Ante la mirada fría y aguda de Beatrice, Al
sacudió deliberadamente la cabeza. Manteniendo a Beatrice bajo control, que
parecía que estaba a punto de golpearlo, independientemente de su diferencia de
altura, Subaru fulminó con la mirada a Al, que había comenzado esta provocación
innecesaria.
Subaru: Más o menos entiendo que estás
molesto, pero por favor, no la provoques. Beako, tú también, no seas grosera
con él. Trátalos con la dignidad de un adulto.
Beatrice: Betty solo permitirá que Subaru
la llame de esa manera, supongo. La próxima vez que me llames así, de hecho, te
espera una retribución extremadamente terrible.
Al: Sí, sí, lo entiendo. No podrías ser más
fría.
Mientras hablaba, Al se movió a un lado del
corredor y les abrió paso. Una puerta apareció a la vista delante de ellos
cuando avanzaron más en el pasillo. Lo más probable es que el Arzobispo del
pecado estuviera encerrado allí.
De repente, la parte posterior del cuello
de Subaru comenzó a hormiguear, quejándose por un sentimiento muy tenso.
Al: El arzobispo del pecado está dentro.
Está siendo restringido para que no pueda hacer nada malo, así que, por ahora,
no creo que esto termine convirtiéndose en una masacre. Además, te daré un solo
consejo.
Subaru: ¿Consejo?
Al: Hermano, la señorita y ese espíritu
también. Sería mejor si volvieras a casa sin hablar con eso. Nada bueno vendrá
de involucrarse. Deja esto y vuelve a casa.
Subaru: ...... Simplemente no hay forma de
que podamos hacer eso.
Bajando el tono de su voz, su opinión fue
seria y habló con voz seria. Negando esas palabras con un movimiento de cabeza,
Subaru respondió que no podía hacerlo y rechazó su sugerencia.
Y, a la respuesta de Subaru, Al habló
Supuse lo mismo, con un suspiro.
Al: No importa lo que diga, no creo que
alguna vez tenga mucha credibilidad. Esta vez, mi comportamiento aquí fue
incorrecto, no tengo excusas para ello.
Subaru: Esa realmente no es la razón por la
cual rechace tu oferta. Bueno, es cierto que no cooperaste, pero eso no
significa que estoy diciendo que no te escucharé. No te hagas una idea
equivocada.
Teniendo en cuenta las terribles palabras
de auto castigo de Al, Subaru señaló la puerta al final del pasillo. La tarea
que tenía a la mano con la persona internada ahí era una que era solo problema
de Subaru.
Viendo que sus intenciones se habían
transmitido, Al se sentó con un golpe en ese lugar. Y, mientras señalaba la
puerta al final, solo con la cabeza, dijo:
Al: No dejes que te pierdas de vista
mientras hablas.
Subaru: OK, no dudes en ayudarme si sucede
algo.
Al: Si eso sucede, enviaré a la princesa,
así que pase lo que pase, ella los enviará directamente al cielo.
Intercambiando una conversación final,
Subaru y los demás se despidieron de Al y se dirigieron hacia la puerta. Había
algo a la deriva que los hizo sentir una extraña sensación de opresión con
respecto a la puerta que conducía a la habitación cerrada.
Habiendo llegado aquí, incluso si lo
intentaba, no podía evitarlo, y con esa determinación, Subaru agarró el pomo de
la puerta y abrió la puerta a la fuerza.
――Era una
habitación estrecha en la que el aire que fluía olía a polvo.
Su fuente de luz era pequeña y tenue,
incluso para un refugio, solo tenía las paredes desnudas. Era una habitación
estrecha que podía caber un máximo de cinco o seis personas, si la abarrotaban;
La falta de aire se podía sentir en su interior.
Y, en el medio de esta sala.
???: “――Aha. Entonces viniste, querido. ¿Lo
siento por las molestias? Gracias.
En la parte superior de una silla vieja,
con todo su cuerpo completamente atado por cadenas, estaba ese monstruo:
Sirius.
Y esta, lo estaba esperando.
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